SANTA CRUZ DE TENERIFE. Con un coste cercano a los 426.000 euros, el organismo portuario ha ejecutado durante un año tareas tan diversas como la erradicación de especies invasoras y adecuación y mejora de la red de senderos, pasando por la restauración de zonas de descanso, la ejecución de pantallas retenedoras de arena y revegetación y la señalización provisional del espacio.
El presidente de Puertos de Tenerife, Pedro Suárez, ha recordado que “esta es la segunda y última fase de los trabajos, que también han incluido la eliminación, por ejemplo, de restos de construcciones militares, atarjeas, pozos e invernaderos en el marco de este proyecto que persigue salvaguardar una zona de innegable valor ecológico y ambiental”.
De hecho, indica Suárez, “tuvimos que prorrogar dos meses más de lo previsto la finalización de los trabajos al coincidir con el periodo de nidificación de diferentes especies”.
Estas actuaciones se enmarcan en un acuerdo entre la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife y el Cabildo de Tenerife, con fecha 27 de mayo de 2019, mediante el que la corporación insular se ha encargado de todos los trámites administrativos con las entidades con competencia en la zona, haciendo así factibles los trabajos que se han desarrollado respetando los períodos de cría de las especies de avifauna y los ciclos biológicos de la flora a plantar.
La consejera de Medio Natural, Sostenibilidad y Seguridad y Emergencias del Cabildo de Tenerife, Blanca Pérez, también ha puesto en valor estas actuaciones resaltando que “lo que más estaba impactando era el tránsito indiscriminado de personas por toda la reserva. Hay que recordar que los ecosistemas en el sur son muy frágiles, con respecto a las masas arbóreas, por lo que es mucho más importante la eficacia de delimitar los senderos para que los visitantes tengan más respeto por el entorno”. Para ello, manifiesta “se han delimitado los senderos mediante estacas de madera con cuerdas. No están en toda la reserva, pero caminamos hacia ello”.
Estos trabajos se configuran como una de las medidas compensatorias a la ejecución del puerto de Granadilla, recogida como tal en la Declaración de Impacto Ambiental del citado puerto y publicada en el Boletín Oficial del Estado de fecha 26 de febrero de 2003.