MADRID. En esta idea coincidieron los presidentes de los cuatro grandes puertos españoles, durante el Desayuno Informativo de Diario del Puerto celebrado ayer en Madrid, que además incidieron en que debe repensarse la fórmula de composición de dichos órganos.
Lluís Salvadó, presidente del Port de Barcelona, aseguró que “mi experiencia me dice que es muy positiva esta presencia”. Tras recalcar que en Catalunya se destinan los cuatro puestos que le pertenecen a la Administración Autonómica a representantes empresariales, se mostró a favor de conjugar intereses públicos y privados: “Es muy importante la presencia pública, pero también lo es que estén representadas las entidades que dan voz a la comunidad portuaria”. “Nos gustaría poder ampliar esa presencia porque genera sentimiento de puerto”, dijo.
Por su parte, Ricardo Barkala, presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, puso el acento en que la constitución de los Consejos de Administración debe cambiar para amoldarse a los nuevos retos. “En su seno debe primar el sector público porque debemos velar por el interés general”, declaró. No obstante, para Barkala, “la voz privada debe estar, y debe tener voto y voz autorizada”.
Durante la celebración del evento también se debatió la situación de congestión que han vivido algunos puertos nacionales. Mar Chao, presidenta de la APV, puntualizó que Valencia “no ha sufrido congestión”, aunque sí “momentos de coincidencia de escalas fruto de la disrupción provocada por la situación del Mar Rojo”. Animó a “ser capaces de tener capacidad suficiente sin volvernos locos para dar el mejor servicio posible y estar preparados para un futuro incierto”.
Por el contrario, Lluís Salvadó reconoció problemas en Barcelona. Aseguró que “hemos aumentado mano de obra y capacidad para adaptarnos a esta nueva realidad”. Ante la posibilidad de que el conflicto no se solucione en los próximos meses, advirtió que “hemos empezado a notar cambios en las estructuras de las empresas importadoras y exportadoras”.
En otro orden de cosas, ante la disyuntiva de acelerar o frenar procesos de automatización, Ricardo Barkala aseguró que “frenar, nunca”. “Siempre ha habido resistencia a los cambios, y aunque es evidente la fuerza de la estiba, la llegada de la automatización debe ir acompañada de nuevos perfiles”, ya que “hay tecnología suficiente en estos momentos para implantarla”.
Por su parte, Gerardo Landaluce, presidente de la APBA, animó a “darse un baño de realismo, porque una cosa es Estados Unidos y otra es nuestro entorno”. Recordó que “la automatización ya se está implementando en todos los nuevos proyectos”, por lo que es imprescindible “una mentalidad abierta, pragmática y realista”.