Tanto el sector energético como el cerámico, las dos industrias con más preponderancia en los tráficos portuarios del puerto, han experimentado notables descensos. Lo mismo ocurre con las empresas hortofrutícolas, que han sumado a los aranceles de mercados como Estados Unidos la influencia negativa de la pandemia.
Con la recuperación económica aún en ciernes y con los cambios políticos en algunos de sus mercados de destino -como es el caso de EEUU con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca-, no queda más remedio que reinventarse para poder acometer su recuperación en 2021.
Los grandes sectores productivos que utilizan el puerto de Castellón para posicionarse en los mercados exteriores y afianzar su eficiencia y competitividad también han notado el golpe de la pandemia