“Sin Perfecto Palacio el puerto de Valencia no sería nada”, asegura visiblemente emocionado Rafael del Moral. “Nos habíamos quedado fuera del circuito del contenedor, Valencia no contaba en los planes de Madrid para desarrollar este tráfico, y fue la iniciativa de Perfecto Palacio la que cambió esta dinámica”.
Del Moral, que también recuerda el “papel clave que tuvo el entonces director, José Luis Vilar”, relata como si fuera ayer el día que viajó con Perfecto Palacio hasta Portugal para ver (y comprar) la que a la postre sería la primera grúa portacontenedores del Puerto de Valencia, o el viaje posterior a Taiwán, con Fernando Huet como tercer hombre, para negociar con Evergreen el inicio de sus escalas en Valencia.
“En ese viaje nosotros todavía no dominábamos bien el inglés, así que era Perfecto el que nos traducía y llevaba la línea argumental de la reunión. Era un grandísimo profesional”, asegura.
Del Moral no repara en elogios de quien considera un “auténtico revolucionario, siempre alegre y optimista; un hombre de empresa y de puerto al que vamos a echar mucho de menos”.
El expresidente de la APV cree que el reconocimiento que hizo la APV en 2018 a la persona de Perfecto Palacio fue absolutamente “merecido y oportuno” y vería con buenos ojos un homenaje para que su labor sea justamente recordada con el paso de los años.