Según datos de SPC Spain, en 2019 más de 600.000 camiones optaron por transportarse parte de su recorrido en barco, teniendo en cuenta diversas ventajas como el menor coste del transporte, por lo que es más competitivo para el cliente final.
Además, desde SPC Spain explican que con el TMCD se garantizan menores plazos de transporte, mejor calidad de vida para el conductor, menor influencia del precio del combustible, así como menor dependencia de las infraestructuras del transporte terrestre.
Asimismo, se evitan congestiones, cuellos de botella y las posibles restricciones a la circulación, sumado a un menor riesgo de sanciones.
Actualmente, el Transporte Marítimo de Corta Distancia en España tiene una oferta de 10 servicios roro con tres o más salidas semanales.
Esta semana, Cartagena acogió la jornada sobre Transporte Marítimo de Corta Distancia (TMCD) organizada por SPC Spain, junto con el Puerto de Cartagena. Durante el evento, los profesionales dejaron constancia del interés y necesidad de impulsar el TMCD, el cual va ligado a la transición sostenible del transporte.
Las empresas, a nivel general, muestran su preocupación por la contaminación y el medio ambiente, por lo que trabajan para acreditar ante el consumidor cuál es la huella de carbono que genera su actividad para conseguir ser lo más eficiente posible.
Las empresas trabajan para acreditar ante el consumidor cuál es la huella de carbono que genera su actividad para conseguir ser lo más eficiente posible
Descarbonización del transporte marítimoEn este sentido, el transporte marítimo tiene también diversos retos en su horizonte para potenciar su transición sostenible. Durante la jornada, Manuel Carlier, expresidente de SPC Spain, explicó algunos puntos clave del transporte marítimo y su descarbonización:
• El transporte marítimo es clave para la economía mundial. Mueve el 90% del comercio a nivel internacional.
• A pesar de que el transporte marítimo es uno de los modos de transporte "más eficientes", Carlier recordó que emite cada año el 1,7% de las emisiones mundiales total. Por su parte, la aviación emite el 1,9% y el transporte por carretera el 11,9%.
• Para que el transporte marítimo pueda poner fin a su dependencia de los combustibles fósiles, "será necesaria una cuarta revolución de la propulsión marina". Es decir, desarrollar nuevos combustibles y nuevos sistemas de propulsión.
• El sector aún "no dispone de los medios tecnológicos para esa revolución" y los combustibles y tecnologías sin emisiones de CO2 "no están suficientemente maduros".
• A diferencia de que las industrias y los transportes terrestres pueden acelerar su descarbonización de manera más rápida, ya que pueden utilizar directamente energía obtenida de fuentes renovables, "los buques tienen un espacio muy limitado para generar a bordo esas energía".
• Los potenciales combustibles de futuro como el amoníaco o el hidrógeno "tienen una densidad energética muy inferior a la del petróleo, por lo que los buques consumirán hasta cinco veces más en volumen".
• La tecnología de las baterías eléctricas no se espera que sea viable a medio plazo para buques transoceánicos, sin embargo, los servicios de TMCS y las autopistas del mar "pueden ser una plataforma ideal para las pruebas-piloto".
• Por ello, y para catalizar el desarrollo de la cuarta revolución de la propulsión marina, el sector marítimo, a través de ICS, ha propuesto la creación de un fondo mundial de I+D dotado con 5.000 millones de dólares hasta 2030, financiado por el propio sector mediante una contribución obligatoria sobre el consumo del combustible.