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Tarragona potencia el tráfico de project cargo y agroalimentarios con dos nuevas concesiones

El Port de Tarragona, con el objetivo de cumplir con su Plan de Sostenibilidad, ya tiene en marcha los trámites para desmantelar la fábrica de cemento que se encuentra en sus instalaciones y cuya concesión pertenecía a Lafarge/Holcim España. De esta manera, la parcela pasará a manos de dos empresas con las cuales Tarragona potenciará su tráfico de agroalimentarios y de project cargo.

  • Última actualización
    29 septiembre 2020 16:51

“Esta instalación se concesionó en el año 2003 para un periodo de 25 años prorrogable. En el 2008 la compañía anunció la finalización de la construcción de la fábrica de cemento, que ocupa un tercio de la parcela, pero la crisis económica del momento imposibilitó llevar a cabo la actividad de Lafarge/Holcim”, explicó Josep Maria Cruset, presidente de la Autoridad Portuaria de Tarragona (APT).

Actualmente, para hacer frente a la posibilidad de que la fábrica se pueda activar, “desde la APT hemos trabajado, conjuntamente con diferentes empresas y organismos, para encontrar una solución y eliminar esa posibilidad con la finalidad de perseguir los objetivos sostenibles y ambientales del enclave”, añadió el presidente. 

Por ello, la terminalista Ership ha adquirido 30.070 metros cuadrados de la concesión, donde realizará obras de mejora de la nave existente y construirá otra nueva para mejorar su capacidad de almacenamiento de graneles. Según destacó Josep Maria Cruset, la nueva instalación “permitirá sumar 200.000 toneladas adicionales del tráfico que ya movemos anualmente”. 

Josep Maria Cruset: “Es un acuerdo muy relevante porque acredita el compromiso del Plan de Sostenibilidad, un documento que se ha elaborado para ejecutarse”

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El Port está en trámites para desmantelar la fábrica de cemento ubicada en el dique de Llevant y dar paso a nuevos negocios. Foto L. Escrihuela. Por otra parte, Schwartz Haumont Puerto adquiere 6.000 metros cuadrados de superficie no construida y que la compañía destinará a “ampliar su actividad de fabricación y montaje de grande dimensiones”, de manera que el tráfico de project cargo también se verá reforzado. 

Uno de los puntos clave para la APT era no destinar “dinero público” al desmantelamiento de la fábrica de cemento, que va a cargo de Lafarge/Holcim, la cual ha procedido “a retirar aquellos elementos que pueden aprovecharse”. Además, “el proyecto se cifra en 5 millones de euros, de los cuales 1,5 millones es la inversión que realiza Schwartz Haumont para la construcción de su instalación y el resto es la inversión de Ership”, aclaró Josep María Cruset.

"La no puesta en marcha de la estructura cementera supone el ahorro de 8.000 toneladas anuales de emisiones de CO2 a la atmósfera y la eliminación de partículas PM10 y PM2,5"

osep Maria Cruset, presidente de la Autoridad Portuaria de Tarragona (APT). Foto L. Escrihuela. Apuesta sostenibleDurante su intervención, el presidente de la APT subrayó los beneficios ambientales que supone “la no puesta en marcha de la estructura cementera”, como el “ahorro de 8.000 toneladas anuales de emisiones de CO2 a la atmósfera y la eliminación de partículas PM10 y PM2,5”. 

Asimismo, “la capacidad de producción de cemento de la fábrica implicaba la necesidad de mover por dentro del Port y por su entorno más de 35.000 camiones anuales, teniendo en cuenta que anualmente en el enclave portuario se mueven unos 90.000 camiones”, destacó Cruset. Otra ventaja es la eliminación de la contaminación acústica, ya que, según afirman desde la APT, la actividad de la fábrica generaría unas emisiones de hasta 70 decibelios. 

Por otra parte, Josep Maria Cruset hizo hincapié también en la reducción del impacto visual al eliminar “una enorme estructura industrial con una torre central que supera los 50 metros de altura”. 

“Es un acuerdo muy relevante porqué acredita el compromiso del Plan de Sostenibilidad, presentado recientemente, un documento que se ha elaborado para ejecutarse, llevarse a cabo y conseguir los beneficios medioambientales y esta es una prueba. Es una inversión y un paso muy importante que reafirma el compromiso medioambiental del Port”, concluyó el presidente de la Autoridad Portuaria de Tarragona.