Objetivo: prepararse para el repunte de la actividad económica
El presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Joan Calabuig, apostó ayer por crear “un marco de consenso” respecto a la importancia de ejecutar “infraestructuras e inversiones estratégicas para la Comunitat Valenciana” con el objetivo de que el Puerto de Valencia “no se convierta en un campo de batalla”.
Para Calabuig, el retraso en estas infraestructuras puede afectar a la competitividad de las empresas valencianas en los mercados exteriores, ya que su no ejecución “pueden provocar congestiones y desvíos de tráficos a otros puertos”.
”Estamos ante una cuestión fundamental”, aseguró Calabuig, que además pidió “mirar hacia el futuro con perspectiva, esforzándonos por llegar a un acuerdo”. El presidente de Valenciaport advirtió que “no podemos perder tiempo” y demandó que Valenciaport “no se convierta en un campo de batalla”.
Alfredo Soler, presidente de Propeller Valencia, puso en valor el papel de los puertos gestionados por la Autoridad Portuaria de Valencia como herramienta de competitividad para las empresas exportadoras. En ese sentido, subrayó la alta conectividad de Valenciaport y la importancia de ésta para la economía. “Esa conectividad está hoy en peligro”, señaló, poniendo el acento en “las críticas que se realizan al tráfico de transbordo”. “El tener un puerto con una conectividad tan alta y su capacidad para atender a los megabuques son importantes por cuanto hace que no necesitemos servicios feeder adicionales”, algo que, recordó el presidente de Propeller Valencia, “aumenta los costes logísticos”, un hecho que en un momento de inflación como el actual “dificultaría aún más que el consumo se recuperase”.
Por ello, instó a “no perder estos tráficos y a evitar situaciones de congestión que nos hagan perder ese transbordo”. Esa conectividad ha sido un factor determinante para que una empresa como Volkswagen se haya decantado por la Comunitat Valenciana para instalar su futura gigafactoría.
Por otro lado, Alfredo Soler valoró los empleos generados por el clúster de Valenciaport, que el estudio cifra en casi 50.000. “Estos empleos son de calidad y bien remunerados, lo que se traduce en mayores ingresos fiscales, por tanto, en el desarrollo de mayores políticas sociales”.
El presidente de Propeller Valencia recordó que la puesta en marcha de la gigafactoría de Volkswagen y la recuperación de la actividad económica, sobre todo en industrias como la turística o la azulejera, va a requerir el crecimiento de las infraestructuras portuarias. “En estos momentos, no estamos preparados para atender esa demanda futura”, advirtió.
Por su parte, Diego Vizcaíno, socio director de Analistas Financieros Internacionales (AFI), una de las entidades que ha elaborado el estudio, resaltó el “efecto tractor” que la actividad de Valenciaport tiene en la economía de su entorno, así como la “actividad robusta y estable” de todo el clúster.