La APV ha querido “sumarse al amplio elenco de empresas de la comunidad portuaria que colaboran habitualmente con estas carreras de caballo que se celebran desde mediados del siglo XIX en Valencia”, apuntan.
Desde la APV explican que “se trata de una tradición con más de 150 años de antigüedad que reúne todos los años a centenares de personas que acuden a contemplar estas carreras en un escenario marcadamente portuario, en el que las grúas contemplan la fuerza que exhiben los animales”.
El nombre de “Corregudes de Joies” proviene del premio que se entrega a los ganadores, "unos pañuelos de seda grandes que suelen estar colgados sobre las coronas de laurel durante los días de la carrera", concluyen desde la APV.