valencia. El buque insignia de Costa Cruceros, el “Costa Toscana” hizo ayer su primera escala en el Puerto de Valencia. Y lo hizo para mostrar la apuesta de la naviera italiana por la dársena valenciana, donde además ha encontrado un aliado para potenciar su estrategia de sostenibilidad.
La llegada de este navío a los muelles valencianos se produce en un contexto de paulatina recuperación del tráfico de cruceros, un sector muy castigado por la pandemia sanitaria y que en los últimos meses ha tenido que realizar un notable esfuerzo para adaptarse a los requerimientos sanitarios. Tal y como ayer aseguró el presidente de Costa Cruceros, Mario Zanetti, durante el acto institucional a bordo del buque, la reactivación de la demanda “es un hecho”, y las navieras ya están respondiendo, no sólo en aumentar su oferta en el mercado, sino también en hacerlo de una manera más sostenible.
El “Costa Toscana” es un ejemplo de lo que los grandes actores del sector crucerístico están llevando a cabo en este campo. Es un barco de última generación propulsado por GNL, lo que le confiere la capacidad de eliminar casi totalmente la emisión de óxidos de azufre (cero emisiones) y de partículas (reducción del 95-100%), al tiempo que se reducen considerablemente las emisiones de óxido de nitrógeno (reducción directa del 85%) y de CO2 (hasta el 20%). Además, está preparado para poder conectarse a la red eléctrica de tierra en sus escalas en los puertos.
El barco cuenta también con una serie de innovaciones tecnológicas diseñadas para reducir aún más su impacto ambiental. En este sentido, la totalidad de las necesidades diarias de agua se cubren transformando el agua de mar mediante el uso de desalinizadores y el consumo de energía se reduce al mínimo gracias a un sistema inteligente de eficiencia energética. Además, a bordo se realiza el 100% de la recogida selectiva de residuos y el reciclaje de materiales como plástico, papel, vidrio y aluminio.