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Mientras no haya más vuelos no habrá recuperación

El sector del transporte aéreo de mercancías se mantuvo en el arranque de 2021 como el ámbito logístico en cuanto a volúmenes más alejado de la recuperación, no precisamente por la coyuntura económica y ni siquiera por el comportamiento de la demanda, sino por el bloqueo de la oferta derivado de las restricciones por el COVID-19, reflejando además un comportamiento bastante dispar según la tipología de cada aeropuerto.

  • Última actualización
    23 junio 2021 13:48

Hasta marzo, los vuelos en España fueron todavía un 52% menos que los operados en el mismo periodo de 2020, una más que relevante restricción de la oferta que provocó que entre enero y marzo de 2021 la carga siguiera un 8,7% por debajo de los tráficos de igual periodo de 2020 y, sobre todo, un 13,5% por debajo de los tráficos del primer trimestre de 2019, es decir, con carácter previo a la crisis.

Por ello, mientras las operaciones en los aeropuertos españoles sigan tan alejadas de sus niveles habituales, al transporte aéreo de mercancías le va a costar despegar definitivamente. Las cifras de Aena reflejan que, en el primer trimestre de 2021, el total de las operaciones registradas en los aeropuertos apenas representaban el 40,5% de las que se realizaban antes de la pandemia, en concreto en el primer trimestre de 2019.

Fue ese el mejor primer trimestre de los últimos años con 491.034 operaciones aéreas, a años luz de las apenas 199.276 operaciones que se registraron en igual periodo del presente 2021.

Si analizamos el origen/destino de los tráficos, en el primer cuarto de 2021 el transporte nacional de mercancías siguió retrocediendo (-4,4%), mientras que el transporte de mercancías internacional cayó al doble de velocidad con un retroceso del 9,3%.

La evolución en el primer trimestre de 2021 de los cuatro grandes aeropuertos cargueros de España puso igualmente de manifiesto el importante condicionante que está representando la oferta y la disponibilidad de capacidad para la evolución de los tráficos de carga aérea.

Así, mientras que los grandes aeropuertos cuyos tráficos viajan principalmente en cargueros puros tuvieron un arranque de año más que positivo, aquellos dominados por las bodegas en aviones de pasaje siguieron francamente deprimidos.

A este grupo pertenece Madrid-Barajas, cuyos 106,3 millones de kilos en el primer trimestre representaron un 16,1% menos que en el mismo periodo de 2020 y un 18% menos que en el mismo periodo de 2021.

En esta misma línea, Barcelona, con 29,7 millones de kilos, descendió un 20,3% con respecto al primer trimestre de 2020 y un 27,8% con respecto al mismo trimestre de 2019.

Esta situación es la opuesta a la vivida en Zaragoza y en Vitoria. En lo que respecta al enclave aragonés, evolucionó más que positivamente en 2021 con 46,9 millones de kilos al cierre del primer trimestre, que representaron un crecimiento del 20,4% con respecto a igual periodo de 2020 e incluso un incremento del 7,2% con respecto al mismo periodo de 2019.

Por su parte, aún más sólida si cabe fue la evolución de Vitoria-Foronda. El enclave alavés, impulsado por DHL y el comercio electrónico, movió en el primer trimestre 18,13 millones de kilos, que representaron un crecimiento con respecto al mismo periodo de 2020 del 17,6% y un incremento con respecto a 2019 muy similar, del 17,2%.

De esta forma, Zaragoza y Vitoria se situaron por encima de los niveles prepandemia, algo para lo que aún le queda mucho trecho a Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat.

Para terminar, un detalle. En marzo de 2021 los aeropuertos españoles movieron 84,84 millones de kilos, lo que representó un crecimiento del 27,2% con respecto al mismo mes del año pasado, cuando se movieron 66,69 millones de kilos. Ahora bien, en aquel momento el descenso había sido del 29,8% con respecto a igual mes de 2019, hasta el punto de que, pese al crecimiento de 2021, la carga aérea siguió por debajo del nivel prepandemia. En concreto, frente a los 94,49 millones de kilos de marzo de 2019, los 84,84 millones de marzo de 2021 representaron aún un descenso del 10,2%. Eso sí, este dato nos pone en la senda de una ralentización cada vez más acelerada del retroceso, que estaba estancado a finales de 2020 por encima del 20%.