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MSC tenía que ser

Puede que tuviera poco mérito apostarlo todo a MSC como principal candidato a la nueva terminal de contenedores de la Ampliación Norte del Puerto de Valencia, sobre todo teniendo en cuenta los condicionantes actuales de los principales operadores mundiales de terminales.

  • Última actualización
    08 mayo 2019 18:24

No vamos a entonar el “ya lo dije”, pero evidentemente sí aportamos datos suficientes en este mismo espacio como para intuir por dónde iban los tiros. Y no nos hemos equivocado.

Debo confesar que mi duda no estaba con la identidad del operador, mis temores residían en si realmente MSC iba a apostar de nuevo y de esta forma por Valencia o se iba a quedar como estaba.

El paso adelante de la naviera suiza debe entenderse como una apuesta definitiva  por el recinto valenciano como su hub en el Mediterráneo y en el sur de Europa que va a condicionar, y mucho, la estrategia de la compañía para los próximos años.

Aunque habrá que esperar a la decisión del Consejo de la APV para poder hablar de una adjudicación en firme, el hecho de que MSC cambie de piso en el mismo edificio para instalarse en un espacio mejor y más grande, va a generar una reacción en cadena en el vecindario.

Ya no solo hablamos de los tráficos que actualmente comparte MSC con la terminal de CSP Iberian Valencia Terminal (antigua Noatum Ports, actualmente en manos de COSCO), sino también del espacio libre que quedará en la actual concesión de MSC y que saldrá a concurso en un futuro.

Asimismo, la apuesta de MSC por una terminal de estas características y el compromiso de tráficos en Valencia debería tener una traducción directa en la definición de sus rutas marítimas otorgando un mayor protagonismo al recinto valenciano, en detrimento de otros recintos portuarios, claro, pero también en favor de otros muchos que podrían aprovechar las sinergias de este movimiento estratégico.

En todo caso, y por poner algún límite al optimismo, conviene señalar que existen asuntos que habrá que solucionar con urgencia para evitar problemas posteriores.

Por un lado, el pliego del concurso de la Terminal Norte de Contenedores indica que se tendrá que apostar por un modelo de terminal semiautomatizada y con capacidad para una eventual adaptación a una automatización total. En todo caso, será la adjudicataria la que defina cuál es el modelo por el que opta y para poder definir su modelo no va a tener más remedio que establecer un intenso diálogo con el colectivo estibador, apostando por el consenso para implantar un modelo en el que todos ganen.

Por otra parte, y esto ya lo han advertido los máximos responsables de MSC en alguna ocasión, no tiene sentido hacer una Ampliación Norte si no se soluciona su acceso terrestre por el norte.

Estos dos asuntos, por pequeños que parezcan, pueden definir la eficiencia del nuevo espacio operativo en el puerto de Valencia, un nivel de eficiencia que siempre estará marcado por el eslabón más débil.

Dicho todo lo cual, y dejando al margen cualquier tendencia regionalista, la apuesta de MSC es una grandísima noticia, no solo para el puerto de Valencia, sino también para el conjunto de la economía española y el propio sistema portuario. La estabilidad que promete el nuevo marco normativo de la estiba y la creciente importancia del sur de Europa como eje económico de primer nivel, han de contribuir decisivamente a la consolidación de esta apuesta. MSC tenía que ser.