Menú
Suscripción

Que pague el que ceda, por no haber cedido antes

Me gustaron las declaraciones de Ricardo Barkala, presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, en nuestro periódico el pasado miércoles: “Tras tanto daño causado, debemos descartar cerrar esta crisis en falso”. Eso, señores lectores, es la clave de todo. Eso es poner el dedo en la llaga. Eso es lo que ha pasado siempre. Eso es por lo que estamos como estamos: por cerrar estas crisis en falso.

  • Última actualización
    12 noviembre 2020 18:07

Barkala llama la atención por lo clarito que habla. Por eso se está ganando un respeto creciente. Sus declaraciones, por especialmente valiosas y acertadas, no deberían dejarse pasar, así como así.

La huelga es algo especialmente serio y más cuando se desarrolla en los puertos. Como he dicho mil veces, me parece muy bien que todo o casi todo el mundo en el sector, incluidos los portuarios, por supuesto, se ganen muy bien la vida. De verdad que nos parece de maravilla. Pero eso de, encima, pararnos los puertos … ahí ya la hemos fastidiado. Y si el conflicto se alarga ya más de un mes, el tema se pasa de azul oscuro a casi negro.

Ahí ya no es que la hayamos fastidiado, es que la hemos jodido. Y, señores, alguien tiene que pagar.

El primero que se retracte de sus posiciones debería hacerse cargo de las pérdidas que han ocasionado a las empresas del sector que, sin tener nada que ver con el problema, les ha tocado, otra vez, pagar el pato, por obra y gracia (ninguna) del conflicto de la estiba.

Esas empresas que no se van a recuperar en años, si se recuperan del palo de la huelga, deberían de ser indemnizadas. No es la logística un sector cualquiera, no es la estiba un servicio cualquiera. Por eso no se paga como otros. Y muy santo y muy sabio me parece. Pero, como un gran poder conlleva una gran responsabilidad, si uno recurre a la huelga pudiendo haberse evitado, porque, según ellos, era imposible cualquier otra posibilidad, el primero que se eche atrás debería hacerse cargo de los daños colaterales.

No puede ser que, como ha pasado siempre, después de tragar tanta miseria los portuarios, las empresas estibadoras y todo el sector logístico de Bilbao, pase ahora lo de siempre: que se cierre en falso el conflicto.

El primero que se retracte de sus posiciones debería hacerse cargo de las pérdidas que han ocasionado a las empresas del sector que, sin tener nada que ver con el problema, les ha tocado, otra vez, pagar el pato, por obra y gracia (ninguna) del conflicto de la estiba

Tendrán mi más sincera consideración aquella parte del conflicto que demuestre que su postura era tan rotundamente justa que no ha cedido más de la cuenta para desconvocar la huelga.

Ya es tarde para arreglar la brutal barbaridad que supone un puerto parado por más de un mes. Ya no nos vale, como decía Ricardo Barkala, con dejarse pelos en la gatera, porque el sector, por culpa del conflicto, no es que se esté dejando pelos en la gatera es que se está dejando toda la piel.

Y nos referimos a empresas que tienen más problemas que un Cuaderno Rubio y que, además, sufren el enfrentamiento, pero no participa de los beneficios de la estiba.

Hablamos de esos transportistas, agentes de aduanas, transitarios… que en absoluto merecen que mañana le digan que se vuelve al trabajo sin más, cerrando por enésima vez el conflicto en falso. Lo que ha pagado el sector durante este mes le da derecho a que se les garantice una estabilidad y una paz total a largo plazo, que es lo único que puede establecer posibilidades de recuperación.

Si es para volver a volver, qué quieren que les digan, casi mejor que sigan de huelga hasta que no haya una solución rotunda y duradera. Que ya está bien.