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Objetivo: Vietnam

El vietnamita es un pueblo curioso y agradecido. Es una de las cosas que he podido aprender durante mi estancia en Vietnam cubriendo la misión empresarial que protagonizó la semana pasada el Puerto de Barcelona en este país del sudeste asiático.

  • Última actualización
    16 noviembre 2018 15:54

Curioso para todo. Algo que a veces para un occidental puede originar cierta incomodidad, como cuando se te quedan mirando fijamente o notas que te están haciendo una foto con su móvil. Pero esta curiosidad es positiva porque denota el interés que tienen por aprender.

Vietnam es, además, un país joven. Muy joven. Y eso también se nota. No solo por la gente con la que te cruzas en la calle, sino también porque es un país vitalista y dinámico.

Y, como decía al principio, es un país agradecido. Y nos lo demostraron la semana pasada a toda la delegación barcelonesa que conformábamos esta misión empresarial. Al parecer, según dijeron los propios vietnamitas, nunca ningún puerto del mundo había llegado hasta aquí con una delegación tan numerosa. Eso les gustó. Y no dudaron en transmitirlo. Y seguramente este hecho hará que los intercambios comerciales con España se incrementen en un futuro, que Vietnam nos tenga en cuenta como su opción logística para hacer negocios con Europa.

Eso y, sin duda, la futura entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea, un acuerdo en el que los vietnamitas tienen puestas muchas esperanzas y cuya firma esperan con avidez, según pudimos comprobar la semana pasada. Vietnam está firmemente convencido de las bondades de este acuerdo y es una ocasión que ni Europa ni el Puerto de Barcelona puede desaprovechar.

Vietnam se mira en los países occidentales, les gustamos. Mucho Estados Unidos, aunque pudiera a ustedes parecerles raro si tenemos en cuenta el pasado reciente. Pero también Europa, pese a que nos ven más lejanos que al norteamericano. Seguramente por ser para ellos más desconocidos.

Esto, sin duda, va a cambiar con el futuro acuerdo para abrir las barreras al comercio entre la Unión Europea y Vietnam. Y debemos estar preparados para cuando llegue el momento.

Hay que tener en cuenta que la entrada en vigor de este Tratado de Libre Comercio supondrá la eliminación de más del 99 % de los aranceles aduaneros sobre las mercancías comercializadas entre ambas partes. Vietnam, por su parte, suprimirá el 65 % de los derechos de importación sobre las exportaciones de la Unión Europea. El resto de los derechos se eliminará gradualmente en 10 años. Pero además, Vietnam abrirá el mercado de contrataciones públicas a las autoridades y empresas europeas, que pasarán a jugar con las mismas condiciones que las empresas nacionales.

La creciente importancia de Vietnam en la escena internacional es algo que no debemos desaprovechar. Nos conocen poco pero tienen interés en nosotros. Y es algo a lo que tenemos que corresponder.