Treinta y cuatro ediciones de la Fiesta de la Logística de Valencia. Y cada una un poco mejor que la anterior. Nada más y nada menos. Pero es indudable que la del pasado viernes tiene, en mi modesta opinión, un aire y sabor especiales.
Hay una cifra que lo explica todo muy bien. 12.500. Esas son las personas que el pasado viernes acudieron a la explanada de la antigua Estación de El Grao del Puerto de Valencia. 12.500 profesionales del sector logístico que, con su presencia, apoyaron al que se ha convertido por derecho propio en el gran hito cohesionador del sector logístico español. Ninguna edición anterior ha conseguido ese hito. ¿Alguien sabe si a Guinness World Records le interesan los récords en el sector logístico? Si hay una marca especializada en la salud y el bienestar que ha logrado entrar en el libro por reunir a 4.900 personas en varios actos públicos de manera simultánea haciendo ejercicio, ¿por qué no iba a poder la Fiesta de la Logística de Valencia pasar a la historia con sus 12.500 profesionales unidos en un mismo espacio? Lo cierto es que la Fiesta de la Logística de Valencia se ha ganado a pulso un huequecito en el famoso Libro Guinness.
Hay tantas cosas imposibles de medir como profesionales de la logística acudieron a la que ya ha sido la más multitudinaria Fiesta de la Logística de Valencia
Pero hay cosas que van más allá de las cifras, imponderables que no pueden cuantificarse ni medirse con números y datos concretos y que, no obstante, son lo que hace que, una vez acabada la XXXIV edición, ya comiences a pensar que la XXXV va a merecer aún más la pena. Ese día, recorrer los pasillos del evento sirve no sólo para retratar a los verdaderos protagonistas y artífices del evento. ¿Cómo se miden los cientos de felicitaciones que recoges conforme vas avanzando lentamente? ¿Cómo se cuantifica el apoyo que te trasladan los logísticos cuando te hacen ver que no haber suspendido la fiesta ha sido todo un acierto a pesar de la amenaza del mal tiempo? ¿Qué decir cuando los mismos que están disfrutando de la Fiesta de la Logística de Valencia te transmiten que ellos también lo han pasado mal los días anteriores, cuando la climatología no daba tregua? ¿Hay alguna manera de medir la alegría que produce el hecho de que alguien a quien no ves hace meses te regale un abrazo sincero? ¿Cómo se valora el hecho de que haya gente que quiera charlar contigo unos minutos en un momento en que el tiempo apremia? ¿Cuál es el precio de ese logístico que sabe perfectamente lo que cuesta poder fotografiar a tanta gente y que, aún así, te echa una mano llevando a sus compañeros a la ubicación perfecta para que sólo tengas que apretar el botón de la cámara? ¿Cómo se mide la satisfacción del que tienes enfrente cuando te suelta un “pensaba que ya no te vería este año”? ¿Quién se atreve a poner un valor concreto al hecho de que alguien saque un minuto para dedicarte una sonrisa a pesar de que está calado hasta los huesos? Porque al final, lo que verdaderamente importa cada vez que se abren las puertas de la antigua explanada de la Estación de El Grao del Puerto de Valencia es que todo el mundo pase unas horas inolvidables.
Hay tantas cosas imposibles de medir como profesionales de la logística acudieron a la que ya ha sido la más multitudinaria Fiesta de la Logística de Valencia. 12.500 personas. 12.500 Fiestas de la Logística de Valencia en una sola. 12.500 gracias, una por cada uno de los protagonistas del pasado viernes. Organizar un evento de esta magnitud no es nada fácil. Pero sí es verdad que con 12.500 personas así, cuesta un poco menos. Nos vemos el año que viene.
