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Berlín, cuatro años después

  • Última actualización
    06 febrero 2024 05:20

Tal día como hoy en que escribo estas líneas, un 5 de febrero, pero de 2020, me encontraba en Berlín, a las puertas de la Berlin Messe, para participar en una edición más de la feria Fruit Logistica, el evento líder mundial para la cadena de suministro de la industria hortofrutícola. Hace hoy cuatro años, el COVID-19 aún era una amenaza lejana, cierta pero improbable que se convirtiera en la pandemia que finalmente resultó ser.

Aún no habíamos tomado conciencia de lo que iban a significar aquellas siglas que, por cierto, aún no servían para designar de forma oficial al nuevo virus. De hecho, recuerdo cómo para acceder a los pabellones se requería cumplimentar un formulario negando tener cualquier síntoma ligado al virus, entonces denominado “2019-nCoV”.

Recuerdo también cómo ya en el interior del recinto, me impactó la visión de los numerosos stands de la delegación china, completamente decorados, pero inanimados, vacíos de personas. Ya por entonces, China había cerrado sus fronteras mientras en Europa la vida seguía su curso. No sin preocupación, como aquella misma mañana me reconocía personalmente el CEO de Hapag-Lloyd, Rolf Habben Jansen, en el stand de la naviera.

El resto ya es historia. Han pasado cuatro años. Lo que dura una legislatura estable. El tiempo entre una Olimpiada y otra. Entre Mundial y Mundial. Lo que vale la garantía de un automóvil. O los años que invierte un estudiante en cursar un Grado. Cuatro años que han sido el compendio de toda una vida y que ahora, con la perspectiva del tiempo transcurrido, contemplamos aliviados. Sólo hay que teclear “Nada será igual COVID” en Google y pulsar el Enter, para caer en la cuenta de que sí, de que a pesar del catastrofismo de aquellos terribles días de silencio, todo sigue igual. Casi todo.

Hemos recuperado la sensación de que todo ha vuelto a la normalidad y de que los negocios siguen haciéndose como siempre, cara a cara

Para muchos de nosotros, como asistentes u organizadores de eventos, dar ese primer paso de regreso a un recinto festivo o de exposiciones, fue como volver a casa. Desde el final de la pandemia y de la caída de las mascarillas, la alegría y la emoción de reencontrarnos cara a cara con profesionales, colegas y amigos nos han traído la sensación de que todo ha vuelto a la normalidad y de que los negocios siguen haciéndose como siempre. También en las ferias profesionales.

Ya en 2022, la industria mundial de exposiciones alcanzó aproximadamente el 70% de su nivel prepandemia. El pasado año siguió avanzando en esa tendencia ascendente y este arranque de 2024 lo está confirmando. Así lo comprobó Diario del Puerto en la pasada edición de FITUR en Madrid, con un incremento del 13,7% respecto al 2023. Y así lo adelanta también el dato del incremento del 23% en el registro de visitantes para Cevisama 2024, que se celebrará a finales de febrero en Valencia.

Antes es el turno, esta semana, del 7 al 9 de febrero, de Fruit Logistica en Berlín, donde la pandemia queda ya reducida a un recuerdo lejano y donde las preocupaciones y los temas de debate, simplemente cambian de foco. Por eso, si Rolf Habben Jansen acude a Fruit Logistica y tiene a bien atenderme de nuevo en su stand de la feria, la pregunta llevará por nombre “”Gemini Cooperation”. Y en los stands de los productores hortofrutícolas y de los logísticos españoles, el tema del conflicto de los agricultores franceses será el que domine los corrillos. En efecto, nada es igual de un año a otro. Con pandemia o sin ella. Y aquí lo contaremos.