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Coronavirus

Con lo aficionados que somos a los rankings, no descarten que “coronavirus” se cuele entre las palabras más buscadas del año en internet, por incluso encima de otras como Rosalía, bonoloto, satisfayer, Ribó, Nadal, ... somos así y nuestra tendencia a mezclar lo humano y lo divino parece que no tiene límite.

  • Última actualización
    29 enero 2020 18:32

Un amigo farmacéutico me comentaba ayer mismo que había agotado, en apenas en un par de días, sus existencias de mascarillas... aunque también apostillaba que no tenía más que un par de cajas porque “aquí en España tienen muy poco tirón”. Conclusión tonta: es verdad que se agotan las mascarillas, pero no es menos cierto que había muy poquitas disponibles.

No quiero hacer broma con el coronavirus, pero creo que es fundamental hacer un llamamiento a la responsabilidad. En estos asuntos, como en tantos otros, el miedo sólo puede combatirse a través de la información.

Cuando la información se centra exclusivamente en difundir el estado de sitio que se vive en China o en pregonar los casos de infección que se están produciendo ya en otras partes del globo, es que estamos faltando a una parte elemental del periodismo, que es su variante formativa.

Es evidente que hay que contar lo que sucede, cómo, cuándo, dónde y a quién le sucede, pero es imposible ofrecer una información completa si no se explica por qué.

La condición de proximidad de las noticias, otro elemento básico para valorar el interés de la información, también ha quedado ya rebasado ante la realidad de un mundo global en el que las distancias no son tales, sobre todo si se trata de algo que me puede llegar a afectar a mí.

Y es precisamente aquí, en la globalidad de nuestro mercado, donde entra en juego el transporte internacional y su indisoluble relación con una hipotética expansión del coronavirus: “¿Puedo mantener mis importaciones de China? ¿Es seguro lo que he traído de allí? ¿Cuánto me expongo si entro en contacto con tripulaciones que viajan desde Extremo Oriente?...” Como ven, pueden ser preguntas simples, pero no tengan ninguna duda de que muchos, muchísimos, se las han cuestionado ya, pese a que se trata de una enfermedad que se contagia principalmente de animales a humanos y mucho más difícilmente entre humanos.

Como quiera que la respuesta siempre pasa por una buena información, justo es reconocer que la International Chamber of Shipping ha emitido una recomendación a sus asociados (el 80% de la flota marítima mundial), en la que se asegura que si se toman unas mínimas medidas para impedir la propagación del virus (las recomendadas por la OMS), “no debería haber restricciones innecesarias del tráfico internacional” o cierres de cualquier puerto.

Esas medidas pasan por alertar de los síntomas de la enfermedad en el caso de pasajeros y tripulantes, colaborar con las autoridades si se detecta algún caso y, por encima de todo, “implementar campañas de información de salud para crear conciencia”.

Volvemos al origen. No sólo es necesario informarse, es fundamental hacerlo bien, sin distorsiones y sin estridencias.

Les sugiero que visiten la web de la Organización Mundial de la Salud para todo esto del coronavirus (si es que están sembrados de dudas). Para lo demás, para la logística, ya saben: diariodelpuerto.com