Lo curioso es que, en este afán por perpetuarse de los cargos públicos, haya aún algunas puertas giratorias que no han sido “explotadas” lo suficiente.
Tenemos claros los vasos comunicantes con la política municipal y cuántos alcaldes han ido del puerto al ayuntamiento y del ayuntamiento al puerto con afán de contrapoder o encontrar acomodo al máximo nivel.
En cambio, esto es algo anecdótico en el caso de presidentes de comunidades autónomas. Tras Martínez Sieso en Santander, Francesc Antich en Baleares va a ser el segundo presidente regional en encabezar un puerto.
Tal vez se siga pensando que es bajar de estatus. Tal vez arranque una nueva corriente derivada del peso portuario preponderante.