Los recuerdo como eventos lejanos, con una cierta neblina de ansiedad, en los que se sucedían las informaciones, el desconcierto, las comparecencias y nuestras preguntas, las alertas y las reuniones por Zoom. Supongo que a todos los que estábamos en activo nos pasó lo mismo. Venga, sean sinceros, ¿no tenían cierta envidia de aquellos que decían “es que no podemos hacer nada, estamos encerrados y sin saber qué hacer”? Bendita apatía y aburrimiento. #nohicepan #norecuperéalosclásicos #nomepusealdíaenseries Luego llegó la desescalada, sus fases y comenzar a ponerse al día con amigos y conocidos. Siempre con la mascarilla y la distancia de seguridad, of course.
¿Ustedes qué creen? Con más exportación, ¿reaparecerán los equipos y flota desaparecidos los últimos meses?
¿Y en el sector? Pues a la designación del sector como “esencial”, las normas, recomendaciones y etc. -que se fueron realizando a la carrera para resolver los problemas que se iban generando- y el Brexit, hemos tenido que añadir asuntitos como: el teletrabajo, los ERTEs, los ICO y las ayudas, los costes de mantener las garantías sanitarias COVID (tests de antígenos, PCRs, EPIs, geles, adaptación de las oficinas y sedes, limpieza, etc.), la siempre anhelada resiliencia, la digitalización y las ayudas de las administraciones públicas como las activadas por los puertos para con sus usuarios y en obra pública.
Ahora toca comenzar a digerir las verdaderas cifras de los “esenciales”. Hace unos días las asociaciones de transportistas por carretera confirmaron que España ha sufrido una caída de actividad en el último año (#pandemiatime) en el transporte internacional de mercancías por carretera de entre el 8 y el 12% en función de la especialidad (alimentación, farmacéutico, automoción, etc.). Además, se apunta un especial impacto en las rutas comerciales con el Reino Unido debido al Brexit, con una caída del 30% en enero, por ejemplo. Las pérdidas globales de facturación en el sector transportista en España superaron los 5.000 millones de euros (un 17% del volumen de negocio) en el año fiscal 2020.
En el marítimo, seguimos a la espera de la normalización de los fletes. ¿Hasta cuándo alargarán la situación las navieras? Porque el equipo y la flota no han desaparecido a una realidad paralela, estar están, el rollo es que no están a disposición del mercado. Esto abre otro debate, que ya está en la boca de todos. Los últimos años ha habido un importante proceso de reconversión y de concentración que ha modificado el equilibrio competitivo en el sector, por eso, ya hay organismos internacionales como la UNCTAD que sugieren la necesidad de que las autoridades de competencia analicen las alianzas entre navieras. Veremos lo que da de sí.
Mientras tanto, no podemos hacer más que alegrarnos de que la Unión Europea y Estados Unidos hayan acordado suspender todos los aranceles con los que se estaban castigando mutuamente tras el conflicto de las ayudas a Airbus y Boeing. Así, el pasado viernes se levantaron los aranceles con Estados Unidos. Aunque la medida es provisional, por cuatro meses, los exportadores del sector agroalimentario se muestran esperanzados porque estas medidas suponían una carga arancelaria de 10.300 millones de euros. España será una de las grandes beneficiadas porque se gravaban productos como el vino, el aceite de oliva y los cítricos. Sin duda, esta decisión, que esperemos se confirme con un acuerdo a largo plazo, es un alivio para el comercio internacional en plena depresión por la pandemia. Los puertos españoles ya hacen palmas deseando que se recuperen los tráficos perdidos en 2020. Y ¿ustedes qué creen? Con más exportación, ¿reaparecerán los equipos y flota marítima desaparecidos los últimos meses?