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El e-commerce se sube al metro

  • Última actualización
    16 septiembre 2024 05:20

La distribución urbana de mercancías va ganando volúmenes mes a mes, queramos o no queramos, así que: gente, tenemos que hablar de cómo gestionamos estos miles de paquetes en un escenario (la ciudad) saturado.

La semana pasada la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunció, durante el Debate del Estado de la Región, que se va a poner en marcha un proyecto por el que Metro de Madrid se suma a la cadena logística, concretamente, al eslabón de última milla. ¿Alguna vez habíais pensado que los metros podrían convertirse en vehículos de distribución de mercancía? Pues ha llegado el momento.

El proyecto piloto “tiene como objetivo reducir la contaminación, evitando el movimiento en superficie de 5.000 paquetes diarios y la congestión circulatoria asociada a las furgonetas de reparto” y se activa con la colaboración de GLS Spain y CITYlogin.

La Línea 12 de MetroSur será el primer banco de pruebas durante tres meses. ¿Y qué pasará con los usuarios de la línea? Tranquilos, han dicho que está previsto. Por lo que parece se lanzará un tren específico para transportar los envíos, unos 700 al día, entre las 7 y las 8 de la tarde. El convoy irá parando -no más de tres minutos por estación- para recoger la mercancía que estará custodiada por trabajadores de Metro de Madrid. Posteriormente, GLS se hará cargo de los paquetes y los entregará a sus destinatarios. La segunda prueba se hará en la Línea 3 y contará con CITYlogin como partner. En este caso se moverán 400 paquetes al día.

¿Es este un plan sin fisuras? N/C, habrá que esperar. Lógicamente hay muchos interrogantes, sobre todo teniendo en cuenta que los usuarios del metro madrileño son muchos y las paradas previstas para el metro de carga, también. Los nuevos servicios deben rodar para detectar sus ineficiencias y mejorar, pero que se active esta iniciativa habla alto y claro de la necesidad que tenemos de reducir nuestras emisiones y ser eficientes. Las políticas ambientales europeas marcan el camino a seguir. No hay otra.

Invertir en flotas sostenibles sin un territorio con infraestructuras verdes que las respalden es más osado que fiarlo todo a que Pocholo gane Master Chef

En este escenario, no podemos olvidar que, aunque el uso de bicicletas de carga y vehículos eléctricos ha crecido mucho, los camiones y las furgonetas realizan la mayor parte del transporte urbano de mercancías -sobre todo por su capacidad de carga-; y que, aunque la apuesta por el vehículo eléctrico es una realidad (ayudas y plan de incentivación están en modo ON), no es menos cierto que la viabilidad y rentabilidad de su aplicación en la actividad logística todavía están en cuestión. Porque los líos de este verano con las estaciones de carga de los vehículos eléctricos todavía colean...

¿Problema? Que no podemos esperar. Hay que ir atendiendo, sí o sí, a los desafíos surgidos en esta nueva era de consumo en la que el e-commerce es la primera opción para cada vez más personas.

El comercio electrónico ha disparado la demanda de servicios de última milla que deben ser ofrecidos en un marco de rentabilidad y ecoeficiencia.

Por cierto, ¿sería posible establecer unas premisas básicas para que todas las ciudades españolas hablaran el mismo idioma en asuntos como las zonas de bajas emisiones, plazos, exigencicias y demás? Básicamente para que las empresas pudieran aclararse...

¿Sería posible ir concretando qué energías son más beneficiosas para las mercancías? Por no hablar de que invertir en flotas sostenibles sin un territorio con infraestructuras verdes que las respalden es más osado que fiarlo todo a que Pocholo gane Master Chef.