“A los políticos les diría que se acuerden de que el sector del transporte es un sector fundamental y necesario para el desarrollo de cualquier actividad industrial. Somos el eslabón necesario para que los productos se sitúen en el centro de Europa o donde haga falta. Deberían pensarse si de verdad conviene tenernos olvidados, como hasta el momento, o es hora de empezar a darnos importancia para no tenerles que demostrar que podemos hacer que nos den importancia”. Así de claro me habló José María Arnedo, presidente de ATFRIE, minutos antes de que comenzara la Asamblea General de la asociación; y así de claro hablaron los empresarios allí reunidos tras la misma. Porque nadie tiene dudas. Pasan las semanas, los meses, los años... y aquí nadie se arremanga. El terrestre sigue siendo el modo de transporte más débil, el eslabón del que nadie parece acordarse porque... es que son camioneros... pero, ojo, que todas las mercancías se entreguen a tiempo, que si no nos enfadamos.
Asuntos como la euroviñeta, el ROTT, las empresas buzón, la competencia desleal, los desvíos a carreteras de pago (como si fueran apestados), los descansos en zonas inseguras, las colas, las cargas y descargas que se hacen por gusto (ya me entienden), los riesgos que se asumen con la manipulación de determinadas mercancías “porque si no me lo haces tengo a otros mil esperando” y los precios abusivos deberían estar en la agenda de cualquier responsable político que, de verdad, se crea eso de que están trabajando para la sociedad. Pero... pasa el tiempo y... ¡ring! Volvemos a tener las urnas preparadas. Vuelta a empezar.
Ante la imperiosa necesidad de que los políticos, gestores y técnicos de lo público se empapen del sector, las asociaciones exigen la implicación de las empresas. Basta de quedarse mirando, ya está bien de criticar las acciones que se hacen -o no-, si quieres hablar, si quieres criticar, únete al colectivo.José María Arnedo subrayó esto mismo el jueves. El presidente de la patronal se lamentaba de la actitud de algunos que lo ven todo desde fuera, sin implicarse, incluso criticando ferozmente. Esperan a recoger los frutos del esfuerzo de los que sí que están en la asociación, que sí que se reúnen y pierden el sueño, vino a decir. Por eso, propuso que fuera obligatorio estar asociado porque así también sería más visible ante las instituciones y la sociedad el tamaño e importancia del colectivo.
Y a todas estas, los cargadores aprietan a los transportistas porque supuestamente alguien lo hace más barato pero, por otro lado, nos estamos quedando sin chóferes. ¿Ma come è possibile?
Patronales sectoriales como Transcont CV, ATFRIE y FVET ya han advertido de esta circunstancia. Los que abandonan la profesión no tienen reemplazo (¿quién querría recomendar un trabajo que según algunos políticos tiene los días contados?) y los que llegan no tienen la formación que se desearía.
Por eso entiendo que el colectivo esté hastiado (cabreado, vaya) de que les tomen el pelo. Porque los plazos corren, los días pasan, pero los gestores... a éstos los tenemos en campaña electoral. Otra vez.