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Elecciones a la vista

  • Última actualización
    29 abril 2024 16:52

Hay elecciones a la vista. Así, como lo leen. Y ustedes, queridos lectores, amados socios-suscriptores de Diario del Puerto, amigos míos todos (disculpen el lenguaje “no inclusivo”, pero no encuentro una fórmula políticamente correcta al respecto), están también convocados a las urnas. Porque aunque Pedro Sánchez deshojara finalmente ayer la margarita de su presidencia, habrá elecciones. Y no me refiero a las elecciones catalanas del 12 de mayo, sino a las europeas del 9 de junio, en las que por mucho que el actual maremagnum político nacional nos impida verlo, nos jugamos mucho. Todos y todas.

Como habrán comprobado, el titular de esta columna en un día tan informativamente señalado como ayer es un “clickbait” de manual. O como recomienda la RAE, por aquello de evitar los anglicismos, un “ciberanzuelo”, “cibercebo”, “cazaclics”, “atrapaclics”... Pero no por ello, dejan estas elecciones europeas de tener su importancia, especialmente relevante para el sector de la logística y el transporte, cuyas políticas se deciden más en Bruselas que en los propios parlamentos nacionales de los países miembros de la Unión Europea.

Entre los días 6 y 9 de junio, según el país, se elegirán 720 diputados, 15 más que en las elecciones anteriores de 2019, que representarán a casi 450 millones de personas. En España se elegirán 61 eurodiputados, dos más que en 2019. Estos 720 diputados abordan temas políticos, económicos y sociales. Debaten, elaboran y aprueban normas sobre cuestiones fundamentales para todos los países que integran la UE. Además, defienden los valores de la Unión, aprueban su presupuesto y controlan cómo se gasta el dinero.

Las elecciones europeas del 9-J son cruciales para el sector de la logística y el transporte, cuyas políticas se deciden más en Bruselas que en los parlamentos nacionales

La política de transportes forma parte de las políticas comunes de la UE desde hace más de treinta años. Junto con la apertura de los mercados del transporte a la competencia y la creación de la red transeuropea de transporte, el modelo de la movilidad sostenible va ganando cada vez más importancia, en particular en el contexto del aumento constante de las emisiones de gases de efecto invernadero del sector, que amenazan con comprometer las medidas de la UE para alcanzar sus objetivos climáticos.

A los viejos retos a los que se enfrenta el sector se unen otros más recientes como la escasez de conductores, la presión por la descarbonización y el contexto macroeconómico, muy sensible a la geopolítica actual. En cuanto a la legislación aduanera, también se esperan turbulencias, con la implementación del Nuevo Sistema de Tránsito Computerizado y el Sistema de Control de Importaciones, que buscarán mejorar la eficiencia y la seguridad en el comercio. La propuesta de reforma del Código Aduanero de la Unión tiene como objetivo simplificar los procedimientos aduaneros.

Destaca también, entre otros muchos asuntos, la importancia de avanzar en el camino hacia la descarbonización del transporte, un objetivo que exige completar la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T), especialmente los tramos transfronterizos, y por hacer realidad una liberalización del transporte ferroviario sin barreras en todos los Estados miembros.

El contexto geopolítico que vivimos hace aún más importante votar en las elecciones europeas, por mucho que, como es de temer, el agitado panorama político doméstico tratará de convertir estos comicios en un plebiscito ligado a la figura de Pedro Sánchez. Pero Europa es otra cosa. Y bien merece tomarse la cita en serio. Por la cuenta que nos trae.