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¿Es posible estandarizar lo que es bueno?

Algunos de los principales problemas que nos encontramos en el sector, ¿se podrían solucionar con la estandarización de las decisiones? ¿Qué opinan? ¿Sería viable poder llegar a un mínimo común en el que la calidad, la sostenibilidad, la salud y la rentabilidad económica estuvieran garantizadas y alejadas de las críticas interesadas y partidistas?

  • Última actualización
    21 mayo 2021 15:38

La falta de estandarización en el negocio marítimo, por ejemplo, es un problema endémico cimentado sobre asuntos como las diferencias regionales de los marcos regulatorios, procesos, documentaciones, etc. Sumados a las competencias desleales y a la búsqueda del menor precio sin importar a costa de qué. Pero no es el único. Ahora toca enfrentarse a la fase 2, que suma y complementa las diferencias. La digitalización, o mejor dicho la falta de ella en algunos de los eslabones de la cadena de suministro es una realidad y, como dicen los expertos, la digitalización en el ámbito portuario no es opcional.

Los usos y costumbres de la cadena logística tienen que modernizarse no solo digitalizarse, sino alcanzar el siguiente nivel en el que la digitalización sea efectiva al encontrarse enmarcada en un escenario de estandarización de procesos y conexión de todos los agentes en el intercambio de datos. Entonces sí que sería viable la sincronización de los componentes de la cadena lo que afectaría al rendimiento de las operaciones en positivo, ¿no creen?

Buscar a quién señalar, como si eso resolviera las cosas, no tiene sentido. Dejemos de hacer necedades y pactemos unos estándares mínimos

Y saltando del negocio a las actuaciones portuarias -todo queda en casa-, ¿cómo es posible que lo que es malo para una ciudad, sea bueno para la vecina? ¿Cómo es posible que las ideas políticas se mezan en las aguas de las medias verdades en cuanto aparecen algunos proyectos portuarios sin que pase absolutamente nada? Perdonen, pero es que no entiendo que en la ciudad de Valencia todo lo que tenga que ver con el puerto y sus actuaciones sean puestas en cuarentena y en la ciudad de Sagunto se aplaudan las futuras inversiones portuarias. Alcanzar un calado en el puerto de Sagunto es OK, peeeero... en el puerto de Valencia supone el mayor de los males. Perder huerta en Sagunto es bien y en Valencia, un drama.

Lo mismo con los proyectos vinculados con las estaciones marítimas y el tráfico de pasajeros. No sé las veces que las autoridades portuarias han dicho que ese no es un tráfico estratégico para sus cuentas de resultados... da lo mismo, se habla de los cruceros como si fueran buques cargados de minas antipersona o residuos radioactivos; vamos, cosas que no querrías encontrarte dando una vuelta -entiendan el símil-. Es increíble que se generen problemas con nuevos proyectos que además confirman su viabilidad sostenida bajo criterios estrictos de protección ambiental. ¿Pero qué es lo que le ven de malo? ¿Turismo sí, pero con condiciones?

Y luego llegamos a las ciudades que no solo apoyan a sus puertos y la cercanía de ellos a sus calles, es que encima es precisamente esta proximidad la que enarbolan como bandera diferenciadora y única para vender el destino. Sevilla, Málaga, Cádiz, Avilés, etc. disfrutan de recibir a los buques en los corazones de sus ciudades y no creo que sus habitantes sean irresponsables con su salud o con el medio ambiente. 

Por cierto, el climatólogo Syukuro Manabe advirtió del efecto invernadero y predijo, hace 50 años, que la temperatura de la Tierra subiría dos grados este siglo. Así que el cambio climático y sus efectos están ahí desde hace décadas, por lo que culpar a los puertos, y sólo a ellos, de los aportes (o no) de arena en las playas no tiene justificación. Buscar a quién señalar, como si eso resolviera las cosas, no tiene sentido. Dejemos de hacer necedades y pactemos unos estándares mínimos porque, al final, todos respiramos y queremos vivir bien, ¿no? Pues eso.