David Martínez, CEO Proequity
El crecimiento exponencial del comercio electrónico en la última década ha transformado radicalmente la cadena de suministro global, destacando la importancia crítica de las instalaciones logísticas en el entramado económico actual. En Valencia, por ejemplo, la contratación de naves industriales se ha duplicado en los últimos diez años,. Solo en 2023 hubo un crecimiento del 18%. Sin embargo, este auge también ha traído consigo un desafío significativo: la escasez de espacio de almacenaje adecuado. Las empresas se enfrentan ahora a la necesidad urgente de adecuar sus infraestructuras logísticas a una realidad donde la eficiencia y la adaptabilidad no son solo ventajas comparativas, sino requisitos esenciales.
No solo es cuestión de espacio, lo es también de seguridad, ya que muchas de las naves no están adecuadas y están obsoletas. Un ejemplo lo vimos en el accidente ocurrido en Sollana, que devastó 5 naves industriales, evidenciando la vulnerabilidad de las instalaciones logísticas frente a emergencias y la necesidad de invertir en infraestructuras más robustas y seguras.
Los sistemas de almacenaje inteligentes representan una revolución en la manera de gestionar los inventarios, adaptando la capacidad de almacenamiento en tiempo real a las fluctuaciones del mercado gracias a algoritmos de IA. En sectores específicos como la logística del frío, la gestión efectiva del inventario es crucial para evitar una acumulación de productos no rotativos, lo que puede traducirse en pérdidas significativas debido al deterioro u obsolescencia de los productos.
Estas tecnologías, incluidas la automatización robótica y los sistemas automatizados de almacenamiento y recuperación (AS/RS), no solo aumentan la capacidad de almacenaje, sino que también mejoran la eficiencia operativa, ya que permiten reorganizar productos en alturas que serían inaccesibles o ineficientes para los trabajadores humanos, liberando espacio valioso en el suelo para otras operaciones.