Estamos en un sector endogámico como pocos. Pese a todo, y dado su carácter transnacional, está siempre abierto a nuevas personas, innovaciones y elementos que propicien un mejor funcionamiento y una mayor competitividad.En esa lucha interna entre el "ombliguismo" y la apertura masiva, existe un punto intermedio en el que la mayoría se desenvuelve con normalidad tratando de no llamar la atención, ni por exceso ni por defecto.Por llevar el asunto a mi terreno, al mundo de la comunicación, les diré que encerrarse en sí mismos y ser absolutamente opacos puede ser tan negativo y perjudicial como torpedear al entorno con cientos de mensajes y comunicaciones poco o mal meditadas.Si estamos de acuerdo en que es importante proyectar una imagen determinada para conseguir que la percepción que de nosotros tiene entorno sea positiva, habrá que buscar las fórmulas para conseguirlo, lo que en definitiva significa moverse y hacer algo. La inactividad nos mata.No les voy a negar que me preocupa la opacidad que está destilando el asunto de la reforma de la estiba española. Ya existen demasiadas versiones de los hechos (pretéritos y futuros) y mucha oscuridad, lo que se traduce directamente en interpretaciones múltiples, confusión e incertidumbre.Tengan la certeza de que a día de hoy no hay quien sepa cuál es la deriva que va a tomar el curso de las negociaciones. Nadie.Si insisten en preguntarme les diré que sigo pensando que se va a liar el asunto de tal manera que no sé si seremos capaces de afrontar con dignidad la que se nos viene encima. La única duda que tengo, eso sí, es cómo se va a articular el "calendario del enfado", es decir, cuántos grados va a ir subiendo la temperatura después de cada encuentro y cuándo va a llegar la traca final, si antes, durante o después de los comicios.Afortunadamente, hay vida más allá de la estiba y la comunidad logístico portuaria española sigue moviéndose al ritmo de la economía internacional.Los puertos están dando síntomas claros de la recuperación del consumo, lo que en algunos casos incluso se traduce en problemas de congestión.Es necesario subirse a la ola buena y cabalgar por ella tanto tiempo como sea posible porque es la única fórmula para seguir creciendo.Europa ha brindado a España una oportunidad única para revisar el funcionamiento de un sector estratégico como es el de la estiba; sería muy torpe por nuestra parte dejar pasar esta ocasión para hacernos más competitivos y eficientes y jugar en el tablero mundial de comercio marítimo en igualdad de condiciones con nuestros más directos competidores.Si al final, lamentablemente, no conseguimos dar ese salto, nos convertiremos en el elemento discordante por lo que, antes o después, acabaremos catapultados fuera del tablero.