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La Comisaria

Se llama Violeta. Se apellida Bulc. Y es de Ljubljana, la capital de Eslovenia. Un lugar en el mundo, apañadito y resultón, del que nunca nos llegan noticias. Para contradecirme, esta semana nos ha llegado la noticia de Violeta, que entre otras cosas es fundadora y propietaria de Vibacom Ltd., una empresa que se anuncia en la web como "el hogar de las soluciones de negocio para la sostenibilidad y la innovación" y expresa su convicción de que "las empresas son personas" y los sistemas empresariales "organismos vivos".

  • Última actualización
    28 septiembre 2018 20:45

Además, en su blog personal Violeta Bulc se presenta a sí misma como una "experta en estrategias equilibradas de desarrollo sostenible, el crecimiento orgánico y los ecosistemas de innovación". También asegura la eslovena creer firmemente en el "poder de las redes, en el individuo holístico y la energía positiva". Que quieren que les diga... A mí todos estos palabros no terminan de convencerme. Y es que no lo pillo. ¿Holístico? Sí, ya sé que de vez en cuando hablan por ahí, en los corrillos culturetas, de la "aproximación holística de la realidad". Como si de la piedra filosofal se tratara. Pero sigo sin ser capaz de intuir mínimamente a qué se refieren con ello. Ni siquiera tras consultar en el diccionario de la RAE el significado de "holismo", de donde viene "holístico", y que traduce como "la doctrina que propugna la concepción de cada realidad como un todo distinto de la suma de las partes que lo componen". Sigo absolutamente perdido en mi ignorancia.El caso es que con estas credenciales, y algunas más, quiero suponer, Violeta Bulc fue nombrada el pasado 19 de septiembre ministra de Desarrollo, Proyectos Estratégicos y Cohesión en el último Gobierno de Eslovenia, del que también es viceprimera ministra. Y de ahí, en progresión meteórica, ha dado el salto a Bruselas para asumir, como nueva Comisaria, la cartera de Transportes en el nuevo ejecutivo comunitario de Jean Claude-Juncker, sustituyendo al estonio Siim Kallas. En un momento en el que las políticas de la Unión Europea afectan a un número cada vez mayor de espacios funcionales en cada uno de los Estados miembros, la designación de un nuevo responsable en la cartera europa de Transportes, lo mismo que en cualquier otro ámbito de actuación, ha de tomarse con la necesaria perspectiva. En una organización tan compleja y burocratizada como la Comisión Europea, no resulta habitual que los perfiles personales, en este caso de los comisarios y comisarias, sean decisivos a la hora de adoptar una u otra orientación en las políticas de actuación. La "euroburocracia" es un aparato demasiado complejo y pesado, un monstruo demasiado poderoso como para permitir que las personas al cargo de las diferentes carteras puedan imponer su propia impronta personal en las políticas comunitarias. Uno nunca sabe bien qué criterios llevan a los dirigentes a elegir una u otra persona para ocupar una responsabilidad concreta. En el caso de la nueva comisaria europea de Transportes Violeta Bulc, dudo mucho que el criterio para su designación sea por ser natural de Ljubljana, histórico cruce de caminos y vía de transporte entre Europa central, el Mediterráneo y los Balcanes. Más bien me inclino por el marcado perfil "sostenible" de la Comisaria, quien cree en el crecimiento orgánico, los ecosistemas de innovación y la energía positiva. ¿Acaso no concuerda todo ello con los objetivos europeos de la UE en materia de Transporte relativos a la congestión del tráfico por carretera, la dependencia del petróleo y las emisiones de gases de efecto invernadero? Me veo a Violeta Bulc haciendo una política holística del transporte y la logística. Con permiso de la Euroburocracia.