Cuando publiqué aquella columna, la polémica entorno a esta medida ya existía, sin duda, pero aún no había alcanzado el grado que tiene hoy, con dos patronales estatales, como son Astic y CETM, uniéndose contra ella y contra la postura favorable del Govern de la Generalitat hacia la Euroviñeta.Ahora, para echar más leña al fuego, resulta que los cargadores, de la mano de AECOC, dicen que quieren proponer a una comunidad autónoma, nuevamente Catalunya, claro, que se lleve a cabo una prueba piloto para los megatráileres de 25,25 metros, tal y como publicaba el jueves mi compañero Miguel Jiménez.Yo, qué quieren que les diga, estoy a favor de todas aquellas pruebas piloto que puedan servir para hacer más competitivo el sector del transporte y de la logística en general, y del transporte por carretera en particular. Pero, eso si, siempre que ganen todos los bandos. Y, por el momento, no tengo muy claro si todas estas proposiciones que surgen desde AECOC están pensadas para que todos ganen. Por el momento, Catalunya no ha hecho más que poner en marcha una prueba de una medida -la de las 44 toneladas- que muchos países europeos aplican. Pero a la vista del revuelo que está causando, ¿qué quieren que les diga? Si yo fuera el conseller de Territorio y Sostenibilidad de Catalunya me lo pensaría muy mucho antes de poner en marcha otra prueba piloto -la de los 25,25 metros, en este caso- que ya sabemos qué va a lograr al segundo de ser anunciada: volver a despertar -o quizás sería más acertado usar el verbo incrementar- las antipatías y recelos, además de la ira, de las asociaciones estatales de transporte.Decía en mi anterior artículo que en materia de transporte, igual que en muchos otros campos, lo más inteligente es aplicar las reglamentaciones a nivel europeo porque poco sentido tiene que un camión pueda ir cargado con 44 toneladas de Barcelona a La Jonquera, por poner un ejemplo, si luego no puede cruzar a Francia -porque las 44 toneladas no están permitidas en el transporte internacional-, aunque en ese país si que puedan circular camiones con ese peso.Esto, realmente, es un contrasentido total y por ello lo más inteligente sería que fueran la Comisión y el Parlamento europeos quienes legislaran en la materia. Pero si no ocurre así, al menos sería más positivo que se pusieran de acuerdo todas las comunidades autónomas y el Gobierno central para llevar a cabo de forma conjunta las pruebas piloto que sean necesarias para hallar aquellas mejores prácticas que permitan al transporte por carretera salir del agujero en el que está.¡Pero ojo! Si un camión puede cargar 44 toneladas y las carga, habrá que pagarle por esas 44 toneladas. Y el transportista tendrá que sacar el beneficio de 44 toneladas. Porque lo que no vale es aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid para que me transportes 44 toneladas al precio de 30. Total, ya que haces el viaje...