Ya no hay encuentro con los responsables públicos de turno en el que no se pregunte sobre la relación del puerto con su entorno y se valore, a veces con mala leche, sus encuentros y desencuentros. Mientras la Unión Europea sigue apostando por ellos, por los puertos, y financia y avala proyectos en los que se estudia cómo optimizar la gestión ambiental de los mismos o cómo coordinar la movilidad en sus entornos. Porque sí, señores, los puertos son conscientes de sus limitaciones y de sus emisiones de carbono (a ver cuántas empresas pueden decir lo mismo) y están sometiéndose al control auditor para mejorar. No hay centro de trabajo portuario que no tenga en su TOP de preocupaciones cómo mejorar su competitividad y cómo hacerlo con el menor coste social posible.Un ejemplo más de esta sensibilidad extrema por lograr la sostenibilidad de sus actividades la pudimos ver el pasado domingo en Castellón. Por primera vez, las instalaciones portuarias castellonenses se convirtieron en pistas deportivas en el I Triatlón PortCastelló. La prueba, incluida en la Copa Provincial de Triatlón y Circuito Triatlón Diputación de Castellón, se desarrolló sin incidentes y sirvió para impulsar una actividad saludable y dar a conocer al puerto y sus infraestructuras entre los participantes. Beneficios intangibles que se maximizarán cuando menos lo pensemos. Ya verán.La prueba se celebró en un escenario inédito, de película, porque discurrió casi íntegramente por el interior del puerto de Castellón. Fueron 750 metros a nado, con salida en la Marina PortCastelló y llegada en el Real Club Náutico de Castellón. Después los participantes hicieron 20 kilómetros en bicicleta por la Dársena Sur, la misma que ofrece miles de metros cuadrados a empresas logísticas y productivas para poder desarrollar proyectos de primer nivel. Y concluyó con 5 kilómetros de carrera a pie por la Dársena Norte, corazón de la actividad portuaria. ¿Quién pensaba que esto era posible? Seguro que pocos confiaban en que fuera viable. Agoreros. Al final, 186 deportistas llegaron a la meta, es decir, 186 personas pudieron descubrir por ellos mismos que el puerto no es un ogro, que sus instalaciones son accesibles y no tóxicas y que la peligrosidad que muchos le atribuyen per se se reduce si se trabaja con profesionalidad, sensatez y cumpliendo con las normas de seguridad. Vaya como en cualquier otro escenario.Mientras tanto, mientras disfrutábamos de ver a los corredores bajo las grúas, junto a los buques y entre los graneles, la Autoridad Portuaria de Castellón confirmaba que un mes más está de enhorabuena al superar sus marcas personales. En un abril histórico (no sé si se nos va a acabar el poder usar el término histórico porque están que no paran y, prácticamente, todos los meses son históricos), PortCastelló ha movido 1.846.418 toneladas de mercancías, lo que supone un crecimiento del tráfico total del 14%. Bajan algunas de las principales mercancías pero la diversificación de tráficos, política fomentada por la llegada de la crisis -porque de todo se aprende-, permite al enclave cerrar el primer cuatrimestre con un tráfico acumulado de 6.584.805 toneladas. De todos modos, pensando en el futuro, la sostenibilidad de los puertos no puede centrarse únicamente en lograr tráficos, también debe contar con la sociedad. Ser aliados. Y en esto el Puerto de Castellón también hace historia.