La semana pasada los agentes de aduanas y transitarios que operan en el Punto de Inspección Fronterizo del puerto de Algeciras denunciaron que el PIF sigue acumulando retrasos en el despacho de mercancías de hasta 72 horas, que parece que es poco, pero no. El malestar entre los operadores es ya generalizado, los importadores de mercancías perecederas están que se suben por las paredes, y lo peor de todo es que se está a empezando a considerar como algo habitual, esperado, porque se viene denunciando desde el año 2005 "cuando había una treintena de veterinarios en el PIF de Algeciras, donde hoy en día hay la mitad de esos veterinarios y en cambio casi el triple de expedientes a inspeccionar", subrayaron los empresarios andaluces.El principal problema que padece este PIF no es nuevo. Lamentablemente es el mismo que se observa en otros: falta personal y la Administración, aunque promete que incrementará la plantilla, no lo hace.En el puerto de Castellón hemos tenido que esperar hasta hace 20 días para que las reivindicaciones de la comunidad logística sobre la Aduana del Puerto fueran, por fin, tenidas en cuenta. La reubicación de la Aduana fuera del entorno portuario fue algo inevitable. Corría el año 2012 cuando el edificio de la Aduana, construido a finales de los años 40 del siglo pasado y ubicado en el Moll de Costa, fue precintado por motivos de seguridad. Desde ese momento, los agentes lo han llevado como han podido, yendo y viendo, y los funcionarios de aduanas han sabido sacar su trabajo adelante a pesar de la distancia que los separa del puerto... Pero así, con estos medios (técnicos y de personal), no se puede ser excelente, no se puede competir en un sector donde el minuto perdido tiene un coste, y no se puede ofrecer el mejor servicio en un escenario en el que, afortunadamente, los tráficos portuarios van superando los récords registrados mes a mes. Tuvo que ponerse la Autoridad Portuaria de Castellón firme, tuvo que la comunidad portuaria convencer a los clientes para que apostaran por el enclave, pese a todo, para que el Gobierno moviera un dedo. Porque ¿cómo ignorar las peticiones sensatas y lógicas de una comunidad portuaria que consolida a su puerto en el TOP de puertos españoles con esos medios? ¿Qué podrían hacer si les damos las herramientas adecuadas?, debieron preguntarse allá en Madrid. Y ahí entró en escena el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, quien anunció en marzo que el edificio de la Aduana reabrirá sus puertas en 2019, después de ser sometido a una intervención de rehabilitación y reforma. Por fin (pongan aquí música de "conseguido" rollo "Celebration" de Kool & The Gang, por ejemplo).Esta reapertura va a suponer un importante paso adelante para los usuarios del recinto portuario, que podrán agilizar los trámites aduaneros y ganar en eficiencia. El proyecto, que ya está en manos de la Agencia Tributaria, tiene un presupuesto de ejecución de 360.000 euros y las obras tendrán una duración de seis meses. Como lo leen. Mejorar el servicio tampoco supondrá un gran desembolso... entonces ¿por qué han hecho falta 6 años para ponerle arreglo? En fin...