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La España vaciada también es logística, señor Puente

  • Última actualización
    03 septiembre 2024 05:20

Al menos para el que escribe este primer Punto de Fuga del mes de septiembre, las vacaciones de verano ya son historia. Muchos de ustedes habrán optado por el mar y la playa, otros por paisajes más montañosos, incluso habrá alguno que haya decidido subirse a un crucero, o rizando el rizo, por varias de estos escenarios. En la mochila de las experiencias vitales quedan la lectura de ese libro que durante el resto del año tenemos abandonado por falta de tiempo, las sobremesas con familiares a los que no vemos durante meses, las caminatas tranquilas, los horarios descuadrados, y algún que otro exceso culinario.

Como en los últimos veranos, en casa hemos vuelto a apostar por ese pequeño pueblo de Guadalajara, pegado a la provincia de Teruel, ubicado en la que muchos llaman la Siberia española, en esa España vaciada que se llena en verano y que, les reconozco, se ha convertido en una cita obligada, y digo obligada no por ser una imposición, sino por ser una necesidad: necesidad de desconectar de todo durante unos días, necesidad de proporcionar a tus hijos una libertad de la que no disfrutan el resto del año, necesidad de reencontrarse con amigos, necesidad de disfrutar del silencio, necesidad de sentarse a la puerta de casa y hablar de todo y nada con cualquiera...

Valencia y Setiles quedan separados por unas dos horas de viaje en coche, donde la práctica totalidad discurre por la Autovía Mudéjar. Aún recuerdo mis primeras escapadas al pueblo, cuando parecía que las obras para finalizar la A-23 serían eternas y había que cruzar los dedos para no acabar detrás de un camión en los tramos de carretera nacional. Los distintos gobiernos se lo tomaron con calma con esta infraestructura. Sin embargo, la celebración de la Exposición Internacional de Zaragoza de 2008 obligó a los gobernantes de entonces a ponerse las pilas. ¿Se imaginan qué imagen hubiera dado España con la autovía no finalizada entre dos de sus ciudades más importantes?

Vaciada o vacía, esa España también necesita de la logística

En ese momento, los empresarios y operadores de transporte de mercancías por carretera de ambas comunidades celebraron que esa Expo acelerara las obras, al igual que los miles de usuarios que año tras año miramos hacia el oeste para cambiar de aires. Desde su finalización, la autovía que conecta Valencia y Zaragoza ha sido utilizada por miles y miles de camiones. No hace falta más que un simple viaje para constatar esta afirmación. Año tras año, y a pesar de las decenas de ocasiones que he circulado por la A-23, sigue sorprendiéndome la incesante y constante cantidad de camiones que trasladan sus mercancías hasta cada rincón de esa España vaciada. Y, sobre todo, siempre pienso que, gracias a esos camiones, los veraneantes podemos disfrutar de nuestras vacaciones sin que nos falte de nada.

Porque, vaciada o vacía, esa España -que ocupa un 90% de todo el territorio nacional- también necesita de la logística. Y necesita de conexiones tanto viarias como ferroviarias en buenas condiciones. Me consta que en el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible son conscientes de esta situación, y actúan en consecuencia. Es una actuación alejada de los grandes titulares y de las grandes citas de la agenda pública. No obstante, queda mucho por hacer, sobre todo en lo que concierne al mantenimiento de esas infraestructuras, sobre todo las carreteras. Una autovía con unos flujos tan altos de camiones y que soporta un clima extremo, sobre todo una vez pasado el Puerto de El Ragudo -frontera natural entre las provincias de Castellón y Teruel-, requiere de una constante atención. Señor Puente, no olvide que la España vaciada también es logística.