Es bien sabido que “Bilbao fue Puerto antes que Villa”, como lo demuestra la Carta Puebla del 15 de junio de 1300, en la que Don Diego López de Haro otorgó carta de fundación a Bilbao: “Sepan por esta Carta cuantos la vieran y oyeran, cómo yo, Diego López de Haro, Señor de Vizcaya, que junto con mi hijo don Lope Díaz y con placer de todos los vizcaínos, hago en Bilbao nueva población y villa, que llaman el puerto de Bilbao”.
Mar, ría, puerto, muelles, barcos, mercancías... continúan, 725 años después, alimentando el alma del moderno Bilbao, aun cuando su presencia no es ya visible en el centro urbano, con los antiguos muelles convertidos en agradables paseos y los viejos almacenes transformados en templos de titanio.
Bilbao, sin embargo, mantiene intacta su alma portuaria, gracias al empeño, la visión, la ilusión y el buen hacer de sus gentes, como se manifestó el pasado viernes en el acto de conmemoración del 125 aniversario de la Asociación de Navieros Vascos (Anavas), bajo el lema “Rumbo hacia el futuro”, en el Itsasmuseum, allí donde entre 1900 y 1988 Astilleros Euskalduna construyó y botó más de 300 buques.
Cierto es que, a pesar de haber demostrado una notable capacidad de resiliencia en los últimos años, el tonelaje de la flota mercante controlada por armadores españoles es limitado, y que la flota mercante vasca ha perdido peso en el conjunto nacional.
El recuerdo de esplendores pasados, necesario para tomar conciencia de dónde venimos y reforzar la identidad y el orgullo, es perfectamente compatible, como lo demuestra Anavas con su inequívoco compromiso con el futuro del sector naval a través de la formación y la captación de talento. Gobierno Vasco, Diputación Foral de Bizkaia, Marina Mercante, Autoridad Portuaria de Bilbao y Anavas hacen que la colaboración para fomentar e intensificar el relevo generacional en la náutica con la nueva formación tecnológica para que los jóvenes accedan a puestos vocacionales de referencia, esté dando sus frutos.
Anavas impulsa un programa destinado a dar a conocer a las nuevas generaciones el sector y sus oportunidades profesionales, con acciones de captación de talento en la Universidad del País Vasco y la Escuela de Administración Marítima; visitas a centros escolares; eventos como World Maritime Week, programas de empleo con Lanbide y en otros de divulgación con Itsasmuseum y la Autoridad Portuaria de Bilbao, además de colaborar con el Instituto Social de la Marina o la Dirección General de la Marina Mercante. La asociación apuesta por despertar la vocación de la profesión marina y está comprometida con la formación de mujeres y hombres futuros oficiales de la Marina Mercante, facilitando las prácticas tanto académicas como profesionales a bordo de sus buques asociados, actividad que realiza desde 1993 con la colaboración del Gobierno Vasco. Desde su inicio, este programa ha posibilitado casi 3.000 embarques de jóvenes vascos.
Varios de estos jóvenes, alumnos de la Escuela de Náutica de Portugalete, con su profesor Mikel Lejarza, capitán del “Saltillo”, el buque-escuela de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), al frente, protagonizaron al cierre del 125 aniversario de Anavas una escena de gran carga simbólica que invita a mirar al futuro con optimismo.
Nico, alumno de último curso, explicó, entre modesto y orgulloso, cómo había aprendido de los mayores y compartía ahora sus conocimientos con los más jóvenes. Su compañera Leire, tras un Erasmus en Noruega y haber embarcado con un armador danés, habló de las guardias y del reto de gobernar un buque en la oscuridad de la noche. Se les adivinaba la ilusión en la mirada y el mar flotando en sus ojos. Su ilusión es también la nuestra. ¡Bendita juventud!