Con la ilusión de colaborar y aportar mi granito de arena a la iniciativa de analizar cuál es el papel de la mujer en el mundo portuario, en abril dije sí a RETE (Asociación para la colaboración entre puertos y ciudades). Las investigaciones, publicadas recientemente, se han desarrollado en varios países, con perspectivas y culturas diferentes, pero con el reto común de visibilizar el papel que las mujeres están jugando en el día a día de la actividad marítimo-portuaria.
Por mi parte, tras hablar con Puertos del Estado, asociaciones y sindicatos, pude confirmar que la presencia de la mujer en el sector de la logística y el transporte en España ha aumentado en los últimos años, pero todavía está lejos de las marcas alcanzadas en otras áreas de actividad económica. Mientras la media nacional de presencia femenina es del 47,3%, en el sector logístico-portuario apenas se alcanza el 22%. A nivel mundial no estamos mucho mejor. Según el cuadro de mando del desempeño portuario de la UNCTAD, la tasa de participación de las mujeres en los puertos a nivel mundial es sólo del 18% y esa cifra baja dos puntos si hablamos de la participación en los departamentos de operaciones y servicios del puerto.
En España, además, contamos con un hándicap: no hay datos. ¿Cómo cuantificamos la presencia de la mujer en las actividades portuarias (que incluyen a profesionales de autoridades portuarias, terminales, almacenes, depots, talleres, amarradores, prácticos, agencias, peritos, marinos, etc.) si no existe ningún organismo que contabilice el acceso disgregando por género?
Luchemos por dar visibilidad a las profesiones logístico-portuarias y por romper con los prejuicios para que ellos y ellas decidan unirse a la familia
Por otro lado, sabemos que las directrices de los Puertos hablan de igualdad, conciliación e inclusión, ahí tenemos el Marco Estratégico, pero los puestos directivos de las autoridades portuarias siguen ocupados por hombres. El sistema portuario español cuenta con 28 autoridades portuarias y tan sólo cuatro están presididas por mujeres (Rosario Soto, Almería; Teófila Martínez, Bahía de Cádiz; Beatriz Calzada, Las Palmas; y Mar Chao, Valencia) y solo dos tienen a mujeres al frente de la Dirección (Beatriz Colunga, Vigo y Begoña Mesejo, Vilagarcía de Arousa).
¿Y qué pasa en los muelles? Pues según Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar, la estiba portuaria en España cuenta, en el 2024, con 719 mujeres, cifra que supone el 9,5% del total de profesionales estibadores en los puertos. Esta cifra evidencia una tendencia positiva, porque significa pasar del 5,5% al 9,5% de presencia femenina desde 2017 a 2024, no obstante, solo tenemos estibadoras en 19 de los 28 puertos. Eso tiene que cambiar.
La transformación tecnológica que estamos viviendo no puede pasar de largo en el sector portuario. Mercancías mayoritariamente contenerizadas, la carga física ya no supone el 100% del trabajo, maquinaria optimizada y planes de igualdad y conciliación activos en muchos de los centros portuarios de empleo (porque ellos también quieren estar con sus familias) deberían impulsar la llegada de mujeres a estos puestos de trabajo en los muelles, almacenes, talleres, policía portuaria, camiones y trenes.
Además, con los nuevos objetivos de sostenibilidad y digitalización aparecen otros perfiles. ¿Por qué no pueden ser ocupados por mujeres gestoras ambientales, informáticas o ingenieras? El talento debería ser talento sin etiquetas de género. Luchemos por dar visibilidad a las profesiones logístico-portuarias y por romper con los prejuicios para que ellos y ellas decidan unirse a la familia.
Y ya que estamos, si nos miramos lo de la inestabilidad de los horarios y los problemas de conciliación de algunos de los eslabones de la cadena logística tampoco estaría mal...