¿Por qué la carga aérea no encuentra su espacio en la Comunitat Valenciana? Hace años que los aeropuertos valencianos no mejoran sus cifras en el ámbito de la mercancía que vuela y, desde fuera, es desconcertante analizar la situación porque los esfuerzos logísticos están ahí, son reales; entonces, ¿por qué no se consolidan los servicios?
Otros enclaves españoles están recuperando sus cifras, están fortaleciendo sus ofertas y están siendo capaces de atraer a más mercancías. De hecho, en septiembre el crecimiento de la carga aérea en la red Aena ha sido del 5,6% y sí, está claro que no son todos los aeropuertos los que aumentan sus datos sino que es Adolfo Suárez-Madrid-Barajas el que impulsa la estadística porque acumula un crecimiento a doble dígito (+11,5%), pero es que los aeropuertos valencianos están languideciendo en el transporte de las mercancías (Valencia acumula hasta septiembre un -1,4% y Alicante, un -3%). ¿Por qué?
Hace unas semanas entrevistaba al director del Aeropuerto de Valencia, Antonio García, quien confirmaba la voluntad del aeródromo por contar con rutas de carga y subrayaba que lo más importante ya está hecho: hay capacidad para crecer, buenas instalaciones y alquileres competitivos. Peeeeroooo... - ¿justificaba? García- parece que la tendencia es que la actividad se concentre en los aeropuertos de Madrid, Barcelona, Zaragoza y Vitoria... Bueno, si eso es así, llevamos años con esta situación... ¿Nos damos por rendidos? Se supone que el Aeropuerto de Valencia cuenta con el apoyo de la División de Carga Aérea de Aena que centra su labor en detectar oportunidades de negocio e impulsar nuevas rutas para el transporte de mercancías. ¿Notáis que eso esté pasando? Por saberlo...
Tenemos instalaciones y ubicación ¿por qué no gustamos?
Obvio que son los agentes de carga y las empresas, en función del contexto económico y de sus propias operativas, las que deciden dónde operar, como recordó el director, pero ¿no podemos hacer nada para cambiar esa dinámica? Tenemos instalaciones y ubicación (arco mediterráneo, puerto, conexiones...), ¿por qué no gustamos?
Saltamos ahora al Aeropuerto de Castellón que estos días ha sido noticia por las dudas que ha generado su presupuesto para 2024 (se dice que se ha reducido en casi un 40% con todo lo que está pendiente de ejecutar). No obstante, parece que la empresa gestora Aerocas continuará su actividad bajo el paraguas de la Conselleria que dirige Salomé Pradas, pero que la Zona de Actividades Complementarias (ZAC) -proyecto que afecta a 635.000 metros cuadrados del aeropuerto, que acogerá a 30 empresas del sector (ámbito industrial y logístico) y que exigirá una inversión de más de 3 millones de euros para su ejecución- se traslada a Presidencia para acompañar al resto de grandes proyectos de la Comunitat y que tendrán un trato preferencial del Consell. Ojalá sea así, aunque las cifras de recortes presentadas por el gobierno valenciano no dan para muchas alegrías logísticas.
Mientras nos resuelven las dudas, ponemos en valor la apuesta que se ha hecho por el enclave convertido en un hub industrial y logístico aeronáutico. La diversificación de servicios (incluido ser incubadora de empresas aeroespaciales de la Agencia Espacial Europea y apostar por la FP), la conciencia de que el pasaje no podía salvar la infraestructura y el acierto de hacer industria están dando sus frutos. Deberíamos alegrarnos de que esté en positivo. De hecho, es de los pocos “de esa época” (ya me entendéis) que han sobrevivido.
Eso sí, la mercancía tampoco es que haya dicho: sí, este es mi aeropuerto valenciano. Love it... Jopeta, la carga no se nos enamora, pero no lloremos, sigamos intentándolo porque se acabará dando cuenta de que somos un partidazo.