Después de unos meses donde la navegación por el estrecho de Ormuz se ha visto alterada, forzando a muchas navieras a desviar sus tráficos por el Cabo de Buena Esperanza, alargando tiempo de tránsito y añadiendo costes al trayecto, se puede decir que, una vez más, la industria logística ha sido capaz de mantener las cadenas de suministro, adaptándolas a la nueva situación, y con pocas afectaciones para el mercado.
Es más, a raíz de las dificultades por Ormuz han surgido nuevas iniciativas y por ejemplo, los trenes transcontinentales parece que vuelven a entrar en escena y a pelear por una porción del mercado entre Extremo Oriente y Europa. Se ha demostrado en repetidas ocasiones, que el transporte mundial, marítimo, aéreo y terrestre, es resiliente y perfectamente capacitado para hacer frente a adversidades de todo tipo.
La tensión en Ormuz no cesa y es imposible estimar cuando se va a volver a la normalidad, es decir, al libre tránsito de buques y suministros. El impacto de la guerra de Gaza se está dejando ver en toda la región MENA (Middle East North Africa), con las consecuencias de inseguridad alimentaria y energética y con un severo impacto en las economías de estos países. Egipto, que es uno de las países mas estables y sólidos de la región, ha visto disminuir los ingresos por el tránsito de naves en el Canal de Suez en un 40%, cuando los ingresos por el canal contribuyen al PIB nacional en más de un 2%.
Buque, tripulación y carga del “MSC Aries” siguen retenidos a la espera de lograr por fin que se lleve a cabo su liberación
Dentro de la situación en la zona es destacable el secuestro del buque “MSC Aries” el pasado 13 de abril, llevado a cabo por la Guardia Revolucionaria de Irán, en un hecho que ha sido unánimemente condenado por las principales asociaciones de transporte marítimo y que ha supuesto un paso más en la escalada del conflicto en Oriente Próximo. Ya no se trata de agresiones por parte de un grupo de rebeldes, sino que es una potencia de la zona quien se implica directamente en el hostigamiento y arresto de un mercante.
Este buque propiedad de Gortal Shipping, empresa financiera afiliada a Zodiac Maritime y propiedad del empresario israelí Eyal Ofer, estaba fletado por MSC para operar en la ruta entre India y Europa. El portacontenedores de 15.000 TEUs de capacidad había zarpado de Khalifa Port para dirigirse a su siguiente escala en Nhava Sheva, cuando fue abordado y secuestrado. Desde entonces, el buque, su tripulación y su carga permanecen retenidos y esperando que las intensas negociaciones que se están llevando a cabo den sus frutos, y el buque pueda continuar navegando según tenía previsto.
Cuando hablaba de daños colaterales, quería poner una mirada adicional en la suerte de la tripulación del buque, que es de 25 personas, 17 de nacionalidad india, y el resto de Pakistán, Filipinas, Rusia y Estonia. Hay una excelente noticia, y es que una tripulante de nacionalidad india ha sido liberada y ya ha retornado a su casa. Se está trabajando activamente para la liberación del resto y fuentes iraníes han dicho que “todos están bien”.
Aunque los titulares destaquen el papel de las grandes potencias involucradas en el conflicto, no nos olvidemos de la suerte de estos trabajadores del mar, que se encuentran retenidos, aislados y seguro que temerosos de su seguridad y del bienestar de sus familias. Ojalá haya una solución pronto y personal y buque sean liberados.