Nadie se acuerda de Santa Bárbara hasta que truena ni de los camioneros hasta que la mercancía no llega a su destino. Por eso, al menos una vez al año, la celebración de San Cristóbal, patrono de los conductores, viene muy bien para recordarnos que el transporte por carretera no se trata únicamente de vehículos e infraestructuras, sino sobre todo de personas que recorren miles de kilómetros para que la industria y nuestra economía funcionen sin problemas, y para que los artículos de primera, segunda o tercera necesidad, incluso los productos más superfluos, lleguen a los comercios y a nuestros domicilios en tiempo y forma.
Por ello, garantizar a estas personas unas condiciones laborales óptimas, y en especial, un entorno de trabajo que no comprometa su salud y seguridad, debe ser una prioridad absoluta tanto para las empresas como para las instituciones públicas.
El 10 de julio, festividad de San Cristóbal, es una fecha marcada en rojo en el calendario de los profesionales de la carretera, que en sus celebraciones anticipadas de este pasado fin de semana, han reivindicado el valor de una actividad que, siendo calificada como esencial para la sociedad, sigue arrastrando una serie de problemas que es urgente resolver.
La pasada semana, Osettra, consultora especializada en transporte, hizo público un estudio sobre las principales causas de los siniestros de mercancías de las empresas de transporte por carretera españolas que muestra que los robos son el motivo principal, con casi un 25% del total de siniestros, siendo la causa principal de rehúse de un robo de mercancías el aparcamiento nocturno en lugares excluidos, como polígonos industriales, zonas de descanso o similares sin vigilancia.
Del mismo modo, otro reciente estudio del Colegio Profesional de Criminología de la Comunidad de Madrid sobre robos a camiones en los últimos cuatro años revela que el 60% se producen en aparcamientos y áreas de descanso no vigiladas.