Todos sabemos que la logística está presente en muchos aspectos de nuestra cotidianidad, y es un elemento imprescindible para que podamos cumplir con nuestros hábitos de consumo y de ocio. Se demostró en toda su dimensión durante la pandemia, cuando las cadenas de suministro funcionaron, con dificultades sí, pero en un mundo patas arribas las personas pudimos consumir todo tipo de productos.
En la festividad de Sant Jordi en Cataluña hay la tradición de regalar rosas, y este año se vendieron alrededor de 7 millones. Por diversas razones la producción local lleva muchos años en descenso y estos días, la prensa ha informado que tan solo queda un productor autóctono. ¿De donde vienen las rosas? Pues principalmente de Países Bajos, Ecuador y Colombia, acaparando este último país alrededor del 70% de la cuota de mercado. Y las flores llegan en aviones a los aeropuertos de Madrid y Barcelona almacenadas en cajas y desde allí se distribuyen a los mercados mayoristas catalanes para su tratamiento y posterior distribución a las floristerías.
Tan solo unas semanas antes del día de Sant Jordi, esta misma logística a una escala inmensamente mayor se produce cuando los mismos productores envían flores a Estados Unidos para el día de San Valentín, alrededor de 700 millones de unidades.
Y siguiendo con las flores también hay que recordar que los claveles que se lucen en la madrileña fiesta de San Isidro provienen principalmente de Andalucía, de la Comunidad Valenciana y también de la localidad barcelonesa de Vilassar de Mar, donde está el mayor mercado mayorista profesional del país, de flor y de planta ornamental. En este caso, los camiones cruzan nuestro país para poder atender el pico de demanda.
La logística juega un papel determinante en nuestras vidas
Otra tradición de nuestro país son los castillos de fuegos artificiales, que si bien llegan a su máxima expresión en las fallas valencianas, durante todo el año muchas ciudades y pueblos las incluyen en las celebraciones de sus fiestas locales. España tiene una larga tradición de empresas pirotécnicas, pero desde hace años el grueso de la fabricación se realiza en China, país donde en los principales eventos sociales y culturales pueden verse grandes exhibiciones de fuegos artificiales.
El transporte se hace principalmente en contenedores desde algunos puertos chinos, ya que no todas las terminales tienen las autorizaciones gubernamentales para cargar este tipo de mercancías. Tampoco todas las pólizas de fletamento de los buques admiten contenedores con mercancía IMO 1, y otra dificultad añadida son ajustar los itinerarios de los buques, para que todos los puertos de la ruta acepten que estos contenedores vayan en tránsito.
La descarga en puertos españoles debe hacerse directa a camión, y las terminales de contenedores deben seguir estrictos controles de seguridad, durante el tiempo que el buque y la mercancía estén atracados y en tierra, incluyendo fines de semana y jornadas nocturnas. Previo a la llegada del barco, ha sido necesaria la obtención de los permisos de descarga y transporte terrestre en numerosos entes como Capitanía Marítima, Ayuntamientos, Guardia Civil, etc...
Son tan solo unos ejemplos del papel determinante que juega la logística en nuestra vida diaria. Para los que nos dedicamos a este oficio, sabemos que nuestro cometido es el de gestionar el envío de bienes en una cadena suministro. Y podemos añadir que lo tenemos que hacer en un entorno de alta competencia, con seguridad y rapidez, buscando las opciones más económicas para nuestros clientes, y además de forma sostenible y contribuyendo a la reducción de la huella de carbono. Retos importantes para la profesión.