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Que un buen dato no nos impida ver el bosque

  • Última actualización
    09 julio 2024 05:20

Cuántas veces habremos utilizado esa manida frase de que los árboles no nos dejan ver el bosque, una frase que, por otro lado, si lo pensamos bien, ciertamente no es correcta, ya que ver árboles es, por conclusión, ver el bosque. Sea como fuere, quedémonos con lo que significa: a veces nos perdemos en los detalles y en la superficialidad de un problema, cosa que nos impide en muchas ocasiones abordar sus raíces para encontrar una solución, sino definitiva, sí duradera. Acostumbrados como estamos en este sector logístico nuestro a la incertidumbre y a las cifras irregulares, lo cierto es que cuando se nos cruza por delante cualquier dato positivo, nos aferramos a él como si no hubiera un mañana, estirándolo y exprimiéndolo en una inútil esperanza de que todo volviera a ser como antes de la COVID-19, a pesar de que sabemos en el fondo de que nada volverá a ser igual.

Vayamos a esas buenas cifras. La Organización Mundial del Comercio, en su último informe, aseguró que el comercio mundial creció en el primer trimestre del año un 1%. No parece mucho, pero permite al organismo mantener sus previsiones para el final de 2024, estableciendo un incremento de los intercambios comerciales de un 2,7%. En un momento internacional como el actual, creo que es para celebrarlo. Por otro lado, el tráfico mundial de contenedores llenos, según la consultora Drewry, creció el pasado mes de mayo un 7,1%, dejando el acumulado del año en el 7,5% y el de los últimos doce meses en un 5,8%. Además, tal y como indicó IATA, los flujos de carga aérea aceleraron en mayo su crecimiento, que fueron un 14,7% superiores a los de mayo de 2023, empujados sobre todo por las operaciones internacionales y con prácticamente todos los mercados al alza, y siendo el sexto mes consecutivo que el sector crece a doble dígito.

Los buenos datos de los que disfrutamos en estos momentos no pueden impedirnos ver que el bosque que estamos cruzando no está exento de ciertos peligros

Como se ve, las cifras, por sí solas, no son malas. ¿Dónde está entonces el pero? El comercio mundial crece, sí, pero el valor de esas mercancías, según la propia OMC, baja un 2%. El movimiento mundial de contenedores también crece, pero por una sencilla razón: la economía de Estados Unidos está haciendo acopio masivo de mercancías, lo que podría estar maquillando las cifras de algún modo y, sobre todo, empujando los fletes spot a niveles que nos retrotraen a situaciones que a casi nadie le gustaría repetir. Además, tal y como reconoce la propia Drewry, el crecimiento de mayo no es nada excepcional si se lo compara con otros años anteriores; de hecho, ese incremento interanual ha sido algo menor que el de años anteriores. Por su parte, si bien los flujos de carga aérea a nivel mundial siguen disparados, la propia IATA advierte que ese crecimiento podría verse afectado si Estados Unidos mantiene sus estrictas políticas restrictivas en el comercio electrónico con China. Y ya que me sacan el tema, y por si no teníamos bastante, no podemos olvidarnos de que Europa ha decidido embarcarse en un conflicto comercial a cuenta de los aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos fabricados en el gigante asiático, a lo que el país asiático ha respondido estableciendo aranceles a ciertas exportaciones de la UE.

Disculpen si les he parecido un poco cenizo, pero soy un firme convencido de que caer en la autocomplacencia es un camino seguro al fracaso. Los buenos datos de los que disfrutamos en estos momentos no pueden impedirnos ver que el bosque que estamos cruzando no está exento de ciertos peligros. Disfrutemos del momento -si es que nos dejan- pero no dejemos de ser realistas.