El sector logístico “se está fagocitando”, alertó, por el efecto de una escalada desbocada de las tarifas de los fletes marítimos que implica que los “armadores estén arremetiendo contra sus clientes” con los fletes. “Y unos abusos traen otros”, advirtió el empresario, quien llamó a la colaboración frente a las “palancas de poder” que cada actor de la cadena quiere activar porque “la cadena es tan fuerte como el eslabón más débil”, dijo apelando al sentido común.
Quiso la casualidad que, horas después, desde varios centenares de kilómetros de distancia, en Marsella, llegara la réplica por parte de la tercera mayor naviera del mundo. CMA CGM anunciaba su decisión de congelar las tarifas del flete spot desde el 9 de septiembre hasta el 1 de febrero de 2022, “priorizando” así su relación a largo plazo con los clientes ante una situación “sin precedentes” en la industria del transporte marítimo.
La decisión de la naviera francesa en este contexto de “gran desequilibrio” entre la demanda y la capacidad efectiva de transporte marítimo de contenedores, cuando los factores que lo provocan “continuarán en los próximos meses”, cabe interpretarse como una renuncia a la obtención de unos sustanciosos ingresos resultantes de un mercado distorsionado y a la toma de conciencia de la necesidad de mantener una amplia y fidelizada base de clientes que le permita afrontar con garantías futuras tensiones del mercado, pero en sentido inverso. Tras el anuncio de CMA CGM, el mercado logístico aguarda expectante la reacción de otras navieras, que como Hapag-Lloyd, podrían sumarse a la misma con igual o parecidas medidas, destinadas a aliviar la excesiva presión que los elevados precios de los fletes están imponiendo en la cadena logística.