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Sí, el diálogo y la negociación siguen siendo fundamentales

  • Última actualización
    05 septiembre 2023 05:20

Tras la ratificación del V Acuerdo Marco, y a expensas de lo que pueda sentenciar el Tribunal Supremo acerca del recurso presentado por Asoport, lo cierto es que muchos puertos españoles tenían ante sí el reto de mantener activos los Centros Portuarios de Empleo o comenzar su liquidación, sobre todo los enclaves de tamaño medio y pequeño. La pasada semana, este Diario informó del acuerdo alcanzado en el Puerto de Alicante para mantener la actividad de su CPE, un acuerdo que contempla medidas como el aumento en la plantilla de estibadores, una mejora sustancial en la paga de vacaciones, la subida del IPC, el mantenimiento de las relaciones labores actuales y la reorganización del trabajo, algo que va a redundar, sin duda, en un aumento de la competitividad del puerto y la mejora en su capacidad para responder eficazmente a los retos a los que se enfrente el recinto alicantino.

Un consenso de estas características sólo se consigue si realmente las dos partes en conflicto tienen voluntad de llegar a un acuerdo. Sentarse a hablar con la otra parte con el único objetivo de saber cuál es su propuesta para después dejar las cosas tal y como están no lleva a ningún sitio, ni creo que tenga sentido en el sentido más amplio de diálogo y consenso tal y como lo estableció un experto en comunicación como Jürgen Habermas.

El acuerdo alcanzado para mantener la actividad del Centro Portuario de Empleo de Alicante debería ser un ejemplo para todos aquellos que sólo buscan pescar en río revuelto

Como nuestros lectores recordarán, en octubre del pasado año saltó la noticia del inicio del proceso de disolución del CPE del Puerto de Alicante. En aquel momento, pocos apostaban por revertir esta situación, yo entre ellos. Desde aquí les reconozco que prácticamente di por hecho su desaparición, sobre todo por el precedente de otros enclaves con una idiosincrasia muy similar a la alicantina que ya habían decidido poner fin a su CPE. Sin embargo, y como suele suceder cuando hablas con alguien que está directamente implicado en una negociación, la situación no era tan drástica ni la resolución del conflicto tan inminente. Dicha fuente me sugirió “tranquilidad y paciencia” porque, si bien es cierto que el proceso de liquidación se había iniciado, también lo era que se abría un largo proceso negociador que tenía muchas posibilidades de acabar en acuerdo.

Un acuerdo de estas características no se consigue de un día para otro. Muchos de los que ahora leen estas líneas habrán participado o conocerán de forma directa y cercana los procesos de negociación en materia de relacionales laborales. Hay que echar decenas de horas elaborando propuestas y contrapropuestas que satisfaga a la otra parte y que se ajuste a la legalidad vigente, armarse de paciencia en reuniones casi interminables y, sobre todo, no desfallecer ni dejar que las ganas de tirar la toalla que aparecen en ocasiones ante la aparente falta de avances no desdibuje el objetivo final, que no es otro que el de lograr un acuerdo donde todo el mundo esté cómodo y que permita sentar las bases de un futuro mucho mejor que el actual presente.

Por ello, el acuerdo alcanzado para mantener la actividad del Centro Portuario de Empleo de Alicante debería ser un ejemplo para todos aquellos que sólo buscan pescar en río revuelto, sobre todo en un momento en el que el sector logístico no atraviesa su época más tranquila y estable. Es en estos momentos donde se distingue a los que quieren futuro de los que no.