La tendencia general es la transformación en entornos Smart, hacer de ciudades y puertos lugares más sostenibles y socialmente responsables, mejor gestionados y más eficientes a través de tecnologías avanzadas. Ante esta nueva realidad resulta difícil concebir un entorno conectado si una Smart City tiene un puerto que no es Smart, porque la digitalización que impulsa la ciudad cambia la forma de gestión y transforma su relación con el resto de agentes, entre los que se encuentran empresas, otras administraciones, el ciudadano y, en algunos casos, también los puertos. La adopción tecnológica provoca un cambio en el ecosistema global y genera un círculo de innovación Ciudad-Puerto, del que ambos entornos se benefician al adoptar nuevos modelos de gestión y tecnologías que aceleran su desarrollo.
Derivada de este cambio de modelo, los puertos y las ciudades deben afrontar grandes retos de digitalización como la gestión inteligente del dato, la securización de la información, la movilidad, la eficiencia y la sostenibilidad e impacto en el medio ambiente.
Actualmente, puertos de todo el mundo utilizan Blockchain, IoT o Inteligencia Artificial, además de los sistemas de operaciones, gestión documental y tráfico, para mejorar sus procesos y el tratamiento y explotación de los datos.
Optimizar la recogida, gestión y análisis de datos es clave para mejorar los servicios ofrecidos a operadores. Uno de los grandes retos a afrontar en los próximos años es implementar sistemas de concentración y consolidación de datos que, combinando Big Data y Deep Learning, conformen modelos predictivos para establecer patrones y adelantarse, mejorando la gestión logística y el control de las entradas y salidas de mercancías desde el puerto, y aumentando la seguridad de todos sus agentes y operarios y de la información generada.
Entre las nuevas tecnologías que impactan en los Smart Ports, las redes 5G son las que van a marcar su desarrollo en los próximos años, acelerando el proceso de digitalización de los puertos en 4 ejes: territorio, operaciones portuarias, personas y sistemas de información.
Además, será la base para la infraestructura que soporte tecnologías como IoT o Blockchain, mejorará la seguridad del puerto, incrementará la eficiencia de los procesos, impulsará la sostenibilidad y aportará valor económico y social.
El desarrollo de los puertos inteligentes está en pleno apogeo y en España tenemos varios ejemplos como Barcelona, Algeciras o Valencia, que están apostando por la tecnología como eje tractor de su evolución. A nivel internacional, experiencias como la del Puerto de Hamburgo, que con la colaboración de T-Systems ha llevado a cabo un proyecto para aplicar realidad aumentada con Data Glasses para Ingenieros, Semáforos inteligentes o Sensores en buques, ayudan a ver la utilidad real de la tecnología, identificar beneficios y extender nuevos modelos de Smart Ports a otras zonas del mundo.