Las empresas esperan -siguen esperando mejor- a que los fondos de ayuda, compensación, reactivación, o como los quieran llamar, lleguen y den algo de oxígeno a sus proyectos. Porque las pymes y autónomos ya no pueden más. Es desalentador pasear por nuestras ciudades. La cantidad de negocios que están cerrando me traslada a lo peor de hace una década. Qué tristeza. Qué miedo.
Y en frente, plantando cara, los de siempre. Inventándose cómo seguir. Carretera, ferrocarril, aéreo, marítimo, logístico... todos los sectores han tenido que arremangarse para encontrar la manera de sobrevivir ante las consecuencias de la pandemia y casi todos han podido recuperar la actividad, de hecho algunos incluso han tenido que ampliar su nicho y asumir ya que el ecommerce arrasa con todo (y lo que eso supone, of course). Todos menos uno: el sector de los cruceros.
La navieras han convertido a la Península en un destino encantador, exótico, novedoso, vibrante... al que querer descubrir a bordo de los cruceros nacionales
Durante todos estos meses, las navieras de cruceros han estado al quite de todo lo que sucedía, han preparado sus protocolos, han actualizado la formación de sus profesionales, han redactado las documentaciones que se les han requerido y más (algunas hasta han hecho sus propias investigaciones sobre el virus y han elaborado sus protocolos de actuación) pero, al final, no han podido salir a navegar. De las 38 líneas de cruceros que son miembros de CLIA, solo 7 han reanudado sus operaciones. Las cambiantes normativas, directrices o restricciones de viaje provocadas por un aumento de los contagios Covid han obligado a los operadores marítimos a cambiar sus planes en el último minuto. Las escalas están en la agenda pero, tristemente, no se llegan a realizar.
Las normativas no han podido generalizarse -ni en la Unión Europea si quiera- y lo que se puede hacer en un país en otro es inviable, así que, ¿cómo se organiza un itinerario con semejante panorama? Imposible.
Y lo peor ha sido la incertidumbre de no saber: primero se les dijo que la campaña de verano no la perdían, luego que a lo mejor junio y julio sí, pero que agosto se salvaba, luego que todo quedaba para septiembre y ahora nadie garantiza que la actividad internacional se reactive en 2020. Así que, tachán: han convertido a la Península en un destino encantador, exótico, novedoso, vibrante... al que querer descubrir a bordo de los cruceros nacionales. Si no nos dejan salir del país, pues no salimos; buscamos a los clientes y les ofrecemos la mejor experiencia ¡y sin salir de casa!
Porque no hay que olvidar que la comunidad de cruceros es fundamental para la economía española y mundial (no deja de ser turismo al final) y será un contribuyente significativo para impulsar la recuperación económica cuando acabe esta crisis. Además, es un sector en continua adaptación y con un alto compromiso con la sostenibilidad.
Y si con eso no tienen suficiente, pues se esperan unas semanas y reservan plaza en el “MS Vesterålen” o el “MS Fridtjof Nansen”, de Hurtigruten, que han sido alquilados hasta finales de septiembre como alojamiento para el rodaje de “Misión Imposible 7” con Tom Cruise (no hablamos del hecho de que sea la séptima del mismo rollo, eso lo dejamos para otro día). La productora Truenorht ha considerado que los buques son los lugares más seguros para alojarse mientras realizan la grabación. Toma. Por cierto, por seguir con lo de la sostenibilidad, el “MS Fridtjof Nansen” es un barco ecológico.