En tiempos de incertidumbre y complejidad como los actuales, no es posible prever con exactitud el contexto en que se van a desenvolver los puertos en el medio plazo. Pongamos por caso el Marco Estratégico del sistema portuario de interés general, aprobado en octubre de 2022 por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, y que recoge el rumbo hacia un escenario renovado de los puertos a ser alcanzado en el horizonte de 2030.
Estamos en 2024, a un año de la fecha prevista para una posible revisión de metas del citado Marco Estratégico, que Puertos del Estado considera son alcanzables con el actual modelo de gobernanza del sistema portuario de interés general. Aunque el Marco Estratégico trata de perfilar un escenario de puertos competitivos para el 2030 con independencia de cuál sea su modelo organizativo, se ha marcado como objetivo la creación de un Foro de Gobernanza portuaria para generar un espacio de reflexión sobre el modelo de organización de los puertos españoles actualmente en vigor, conforme al alcance y contenidos del propio Marco Estratégico.
En el ámbito internacional, en los últimos años hemos sido testigos de la reformulación de las estrategias de las autoridades portuarias en diversos lugares del mundo, con el objetivo de servir mejor a un comercio marítimo en crecimiento y la necesidad creciente de mayor resiliencia y sostenibilidad de las cadenas de suministro marítimas. Entre los ajustes que se están produciendo están el avance de la colaboración entre las entidades gestoras de los puertos y, más recientemente, la expansión de las fusiones de autoridades portuarias, en su mayoría involucrando puertos de proximidad.
Ningún modelo de gobernanza portuaria externo es plenamente trasladable al caso español, pero algunos aspectos sí pueden ser tomados como referencia
Hoy en día podemos encontrar fusiones portuarias a nivel nacional o regional en todo el mundo. Algunas implican a puertos de similar tamaño, como Ningbo-Zhoushan en China o Hamina-Kotka en Finlandia. En otros casos, autoridades portuarias más grandes se fusionan con otras más pequeñas, como la fusión en 2022 entre los puertos belgas de Amberes y Zeebrugge. La relación es larga e incluye casos de integración de autoridades portuarias a nivel regional, como en Italia, o incluso transfronterizas como CMP-Copenhagen Malmö Port, entre Dinamarca y Suecia, y North Sea Ports, entre puertos de Bélgica y Países Bajos, como casos excepcionales.
Pero la gobernanza portuaria y la revisión de sus modelos implica a aspectos que van mucho más allá de la integración o fusión de autoridades portuarias. Puertos del Estado está próximo a adjudicar el “Estudio de la gobernanza portuaria en el mundo, comparativa con el Sistema Portuario Español”, con el que pretende sistematizar un conocimiento que sirva como referencia para plantear una propuesta debidamente consensuada de modelo de gobernanza para el sistema portuario de interés general, sabiendo que ningún modelo es plenamente trasladable al caso español, pero que existen aspectos concretos que sí pueden ser tomados como referencia a seguir.
Pese a su notable grado de autonomía, las autoridades portuarias no escapan de un control estatal que a menudo, en lugar de facilitar, dificultan la consecución de los objetivos fijados por su excesiva burocracia y falta de agilidad en la toma de decisiones. El Foro de gobernanza portuaria persigue, precisamente, superar estos escollos. Una vez creado el Foro y obtenidas las conclusiones del Estudio, ya sólo queda pasar a la acción y tomar las decisiones que correspondan.