Hay momentos de las entrevistas que no son transcribibles por no perder la formalidad de quien responde y quien escribe. Eso no quiere decir que, luego, no se puedan contar.
Ayer publicó este Diario la entrevista a José Antonio Sebastián, en la que el comisionado del Gobierno para el Corredor Atlántico hace una afirmación clara y contundente ante una de las preguntas con más morbo de la actualidad logística española. Transcribo el momento con la pregunta y la respuesta:
¿Vamos a llegar en 2030 al objetivo del 10% de cuota del ferrocarril de mercancías en España?
Yo soy muy optimista. No sólo vamos a llegar sino que lo vamos a superar. Llegaremos al 11%. Estoy convencido.
Pues bien, la respuesta tuvo un añadido confesable que redondea aún más si cabe su significación, cuando Sebastián quiso a continuación enfatizar e insistió:
“Si la pregunta es si vamos a llegar, te digo que 11%, pero vamos, escucha, que me apuesto lo que quieras, lo que quieras”.
Se preguntarán qué hizo el entrevistador ante el “desafío” y, les soy sincero, estuve a punto de fijar posición, pero decidí callar en ese momento para no desviarnos del asunto en cuestión.
El 10% de cuota de mercado del ferrocarril en España es algo que necesariamente excede las matemáticas. Esa cifra no tiene ningún valor en sí misma por la comparativa con el entorno europeo y las verdaderas necesidades competitivas del mercado.
Ahora bien, el 10% es un hito necesario para fijar el rumbo o, más bien, para recuperarlo.
Saben que me gusta navegar en los apolilladosy amarillentos fajos de mi archivo. Desempolvemos hoy de nuevo el Plan Estratégico para el Impulso del Transporte Ferroviario de Mercancías en España, presentado en septiembre de 2010 por el entonces ministro de Fomento José Blanco.
Los operadores no creen en la exponencialidad de Sebastián
Igual que el Plan Mercancías 2030, aquella iniciativa establecía un horizonte a diez años, es decir, 2020, e igualmente fijaba un objetivo del 10% de cuota para el ferrocarril en España.
El punto de partida en 2010 era una cuota del ferrocarril del 4,07% y por el camino se logró el hito de llegar en 2015 al 5,05%. Ahora bien, a partir de ese momento se inició una imparable cuesta abajo a la que puso colofón la pandemia: la cuota de 2020 fue del 3,55%. No solo no se logró el objetivo, sino que hablamos de una década absolutamente perdida.
Ese 3,55% es a su vez la casilla de salida del Plan Mercancías 30 en busca del consabido 10%, pero aún así, si nos ceñimos a los números, hay más que razones para el pesimismo, sensación que el propio Sebastián reconoce como comprensible. Tras una ligerísima recuperación en 2021 y 2022, la cuota cayó en 2023 al 3,65% y todas las previsiones indican que volverá a caer en 2024, incluso por debajo del nivel de 2020.
¿Qué nos debe llevar a pensar entonces que no estamos en el ecuador de otra década perdida? En primer lugar, el saber que las estrategias de 2010 fueron timoratas, se diluyeron sin ejecución y se hizo poco o nada. En segundo lugar, la situación ahora es diferente. Hay inversión en infraestructuras, proyectos estratégicos en desarrollo y cuantiosas ayudas que suponen una rampa de lanzamiento sin precedentes ante la que, eso sí, debemos ser muy exigentes y no conformarnos con el lugar común del dar un paso atrás para tomar impulso.
La cuota debe remontar y remontará a partir de 2026, pero los operadores no creen que con la exponencialidad que defiende Sebastián. ¿Llegaremos a tiempo? Querido José Antonio, veo la apuesta y yo me quedo en un 8%, como espoleta para tu gestión y con el profundo deseo de que tengas razón.
