Desde que en enero de 1991 el grupo Scorpions sacara a la luz una de las canciones más tarareadas en la historia reciente de la música, el tema “Wind of change” se ha convertido en la banda sonora de todos y cada uno de esos momentos que suponen un cambio de paradigma. De hecho, la banda liderada por Klaus Meine compuso la canción tras una gira por la Unión Soviética de la perestroika y después de la caída del Muro de Berlín.
Desde el estallido de la pandemia sanitaria en marzo de 2020, podría decirse que el sector del shipping ha experimentado los suficientes cambios de calado como para que estuviera sonando el tema de Scorpions en bucle. Todas y cada una de las disrupciones experimentadas por las cadenas de suministro mundiales y las alternativas que se han puesto sobre la mesa para sortearlas supusieron en cada momento la puerta abierta a una transformación que, no obstante, muchas veces se quedó en el cajón de las ideas geniales.
¿Y ahora? ¿En qué momento estamos? ¿Le damos al play y que suene “Wind of change”? Si les parece, analicemos el contexto primero. Por un lado, tenemos una situación geopolítica mundial que no invita al optimismo, y ni mucho menos a que el comercio mundial se reactive con suficiente fuerza. Por otro, tenemos al Mar Rojo, una de las principales arterias del transporte marítimo global, inmerso en un conflicto que ha provocado y provoca aún hoy numerosos desvíos en los servicios ofrecidos por las navieras. A esto hay que sumar la atonía de la demanda en la que siguen inmersas algunas de las principales economías, sin olvidar el creciente proteccionismo instalado en cada vez más países y el consecuente aumento de los aranceles, que impiden el despegue de las exportaciones. Como se puede ver, a grandes rasgos, la situación global no ha cambiado mucho en los últimos meses, así que, de momento, no hay música que poner.