Ya sabemos que en las reuniones por videoconferencia la gente es más puntual, hay menos absentismos y se pierde menos tiempo. Ya sabemos que a las webinars se conecta más gente, que se ven mejor las diapositivas, el mensaje llega más puro y… se pierde menos tiempo. Pero, siempre ha de haber un pero, ¿dónde queda una de las esencias de nuestro adorado sector? ¿Qué pasa con las ganas de chismorrear, de saber de ti para alegrarme si te va bien y para alegrarme más si te va mal? ¿Dónde hemos dejado ese deporte nacional del chafardeo? Los bacines del sector languidecen a marchas forzadas ante la supresión radical de su hábitat natural. Se sufre sin esos patios de vecindonas que se montan antes de un coloquio o en los pasillo de las ferias. Se echan de menos, mucho. Y de momento no hay nada que los sustituya. No olvidemos, seamos sinceros, que muchas reuniones, coloquios, congresos o ferias son solo una escusa para acompañar al plato principal: el chafardeo, chismorreo, “bacineo” o “viejalvisillismo”, lo que ahora se llama networking. Ah y si se pierde tiempo... mejor. También tenemos derecho.