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Podremos con todo

  • Última actualización
    23 julio 2020 17:24

El Marco Estratégico portuario ha sido preparado por tres presidentes de Puertos del Estado, casi nada. Ornella Chacón (ocho meses en el cargo) inició los trámites, encuesta entre las empresas del sector portuario español incluida. Los continuó Salvador de La Encina (casi un año al frente de Puertos), y Francisco Toledo, nuevo presidente desde el 25 de febrero de este año, ha tomado el reto de concluirlo. El Marco Estratégico, debatido ayer y antes de ayer en Santander, trata de futuro. Esperemos que a Francisco Toledo no le pase lo que a sus antecesores y tenga el futuro suficiente, y más, para concretar en resultados su innegable motivación inicial. Realmente, lo que hace distinta esta macro reunión es eso, la intensidad de intenciones del nuevo presidente, que parece que ha ido ya contagiando, con perdón, ese entusiasmo a buena parte de los dirigentes de los puertos españoles. Todo ello en el peor momento posible, sanitaria y económicamente. El intercambio de criterios se ha llevado a cabo con los tráficos bajando, algo realmente extraño en el panorama portuario español, y en un ambiente anti Covid que hizo que, por pura prescripción facultativa, algunos dirigentes portuarios se hubieran de conectar por videoconferencia.

Economía, gobernanza, relaciones puerto-ciudad, fusión de puertos, más autonomía, independencia incluso, posibilidad de ampliar plantillas… viejos temas y reivindicaciones, muchas de ellas sólidamente fundamentadas en la lógica económica y organizativa, pero que parecen a priori condenadas a fracasar en el fango del barro político. ¿Cómo se puede progresar, ante este panorama? Pues con algo que, al parecer, sí hizo acto de presencia en la reunión del Palacio de La Magdalena: las ganas de mejorar las cosas mostradas por Puertos del Estado y por los dirigentes de las Autoridades Portuarias. Para grandes, y quizás necesarios cambios, se precisa trabajo intenso y, lo que es más importante, continuado y coordinado.

Que lleve a los puertos a buen puerto dependerá de que todos los implicados, y los que les han puesto ahí, estén en lo mismo. El hándicap con el que se enfrentan los puertos, los principales caudales de la economía, es, en más ocasiones de las deseadas, una incomprensible, por insuficiente, falta de apoyo político

Todos han de entender que los puertos no son un fin en si mismo, que sirven a su zona de influencia, pero sin olvidar que ese hinterland suele ir más allá de una ciudad o una región, porque el mercado no entiende de fronteras. Han de tener claro que la tendencia es que haya cada vez menos barcos, pero más grandes, que necesitarán menos puertos, pero más grandes. Que la autonomía de gestión es tan imprescindible como un adecuado arbitraje global, y que la relación con la ciudad y el medio ambiente va a ser cada vez más y más importante. Estas premisas suponen retos de envergadura tal que se hace preciso el trabajo de todos los puertos, en coordinación y honestidad total. Tienen mucho por lo que competir, pero también muchos frentes en los que colaborar. La clave para lograr un sistema portuario mejor, ahora que la logística ha de dar un paso al frente como sector estratégico alternativo, dependerá del trabajo constante y continuado de todos los implicados y, sobre todo, de la óptima comunicación entre ellos. Francisco Toledo cree firmemente en el objetivo de un sistema portuario mejor,  y en que el trabajo y la comunicación son el camino. Que lleve a los puertos a buen puerto, dependerá de que todos los implicados y los que les han puesto ahí, estén en lo mismo. El hándicap con el que se enfrentan los puertos, los principales caudales de la economía, es, en más ocasiones de las deseadas, una incomprensible, por insuficiente, falta de apoyo político. Con algo de unidad, podremos con todo. Vamos a ello.