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Presencias y ausencias

Miguel Ángel Revilla no es un político al uso.  Por eso gusta a la gente. Porque, puestos a elegir, a la gente (así, gente, en general, sin más discernimiento) le gusta aquel quien se lo haga pasar bien, quien le haga reír. Que para pelmas, sosos, aburridos y saboríos ya vamos bien servidos. Por eso,  la presencia de Revilla en cualquier sarao es sinónimo de éxito. Diversión garantizada. No se le puede reprochar al de Polaciones su capacidad para entretener al respetable. Es un “entertainer” en la acepción pura del término.

  • Última actualización
    21 octubre 2019 18:07

Eso sí, hay plazas en la que el público está más predispuesto a la risa y al aplauso que en otras. Y Burgos es una de estas plazas en las que Revilla torea a favor de público, aunque este proceda de otros rincones de España. Así, el presidente del Gobierno de Cantabria se convirtió en la tarde-noche del pasado jueves en el protagonista (voluntario) del cóctel de bienvenida que el Ayuntamiento de Burgos dispensó en el Salón Rojo del Teatro Principal de la ciudad castellana a los congresistas y acompañantes del XVII Foro Aduanero. Llegó, vio, venció y desapareció. No sin antes haber vendido, esgrimiendo anécdotas curiosas y argumentos irrebatibles, el Puerto de Santander como el “Puerto de Castilla”, y de soltar también alguna “perla” fuera de contexto sobre la situación en Catalunya, que no fue especialmente bien recibida por la delegación catalana allí presente. Al menos, por parte de ella, según me consta.

Y sin embargo, lo que son las cosas, el tipo, Revilla, me cae bien. Otra cosa es que como hipotético ciudadano de la Comunidad de Cantabria me sintiera bien representado por él. No sería este el caso. El caso, ahora sí, es que existen argumentos más que sobrados para considerar a Santander como el “Puerto de Castilla” y que existen también numerosas pruebas que demuestran la estrecha relación que ha existido históricamente, y sigue existiendo, entre Burgos, concretamente, y Cantabria y el Puerto de Santander.

Sin embargo, quien esto firma, echó en falta durante las intervenciones de los representantes políticos del Ayuntamiento de Burgos y de la Junta de Castilla y León que participaron en algunos de los actos del XVII Foro Aduanero, incluido el cóctel de bienvenida, alguna referencia al Puerto de Bilbao como puerto también natural de Burgos y de Castilla. Por honrar a la historia y a los hechos, simplemente.  El que el Puerto de Santander fuera uno de los patrocinadores oficiales principales del Foro Aduanero; que  éste fuera  coorganizado por el Colegio Oficial de Agentes de Aduanas de Cantabria y Burgos, y que el presidente del Gobierno de Cantabria respaldara en el cóctel de bienvenida al presidente de la Autoridad Portuaria de Santander, no debiera haber sido impedimento para que el Puerto  de Bilbao, por sus históricos lazos con Burgos y con Castilla y León, recibiera una mínima mención por la importancia que desempeña en la competitividad de las empresas burgalesas.  Y lo mismo el Puerto de Barcelona,  en su condición, además, de patrocinador del XVII Foro Aduanero.

En honor a la verdad, tampoco hubo representante alguno de la Autoridad Portuaria de Bilbao en el Foro Aduanero de Burgos. Burgos es una parte muy importante del hinterland del Puerto de Bilbao, que  gestiona en Burgos una terminal ferroviaria en Pancorbo y participa en el Puerto Seco de Villafría. Pero estas no parecieron ser razones suficientes para participar en el Foro. Sin embargo, “El Correo de Burgos” abría su portada el pasado sábado con la siguiente noticia: “Adisseo sacará por ferrocarril el 20% de su producción”. ¿Adivinan cuál es el principal destino de la empresa burgalesa? El Puerto de Bilbao. Pues eso. Hay que estar.