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Representantes institucionales han visitado este viernes el emblemático edificio, proyectado en 1920 y ahora totalmente reformado

La AP de Santander presenta un Palacete del Embarcadero más funcional tras su rehabilitación

El presidente de la Autoridad Portuaria de Santander, César Díaz, ha asegurado este viernes durante la visita a un Palacete del Embarcadero totalmente rehabilitado, que “este símbolo de las relaciones puerto ciudad conserva, tras su rehabilitación, la esencia del inmueble original proyectado por González de Riancho en 1920”.

SANTANDER. Díaz ha incidido en que “se ha buscado la funcionalidad del edificio y la mejora de la accesibilidad, además del saneamiento de todo el inmueble que presentaba un alto grado de deterioro”.

“Esta actuación, una verdadera obra de cirugía arquitectónica, nos permitirá afrontar una nueva etapa del edificio más emblemático de la APS que acapara, en sí mismo todo lo que representa la integración puerto-ciudad para Santander”, ha añadido.

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Díaz ha insistido en que, como sala de exposiciones, “la reapertura del Palacete tras su rehabilitación vendrá a reforzar la contribución del Puerto a la vida cultural de la ciudad, desde un espacio céntrico y pionero en el proceso de integración, en el que ya se han celebrado más de 400 muestras y eventos y acuden más de 50.000 visitantes al año”.

En este sentido, el presidente de la APS ha presentado la programación expositiva del Palacete del Embarcadero para la próxima temporada, destacando la presencia de autores tan relevantes como Xesús Vázquez, especialmente vinculado a la actividad cultural del Puerto de Santander y que inaugurará el periodo de exposiciones el próximo 22 de noviembre; el finlandés Pentti Sammallahtti, los creadores Usoa Fullaondo y Xuhar Iruretagoiena y Juan Uslé, uno de los pintores españoles contemporáneos más reconocidos dentro del panorama artístico internacional. “Esta sala ha albergado y albergará importantes exposiciones que la han convertido ya en un referente en la vida cultural de la ciudad, contribuyendo de manera decisiva al fortalecimiento del Anillo Cultural de Santander”, ha añadido.

Díaz ha estado acompañado, durante la visita, de la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga; la delegada del gobierno en Cantabria, Eugenia Gómez de Diego y la alcaldesa de Santander, Gema Igual, que han podido realizar un recorrido por las instalaciones del edificio.

César Díaz ha asegurado que la Autoridad Portuaria ha preservado la esencia original del inmueble, y ha anunciado el programa expositivo que acogerá esta sala de exposiciones durante la próxima temporada.

Los trabajos, que comenzaron en febrero y han contado con un presupuesto de 1.364.639 euros, han sido ejecutados por la UTE Palacete, compuesta por las empresas Cuevas Gestión de Obras S.L. y CYCASA Canteras y Construcciones, S.A. La obra ha sido realizada con cargo al 2% cultural del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible y del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, por el que se conceden ayudas a actuaciones sobre bienes de especial interés arquitectónico, histórico y artístico.

Principales actuaciones

Las principales actuaciones han comprendido la eliminación de humedades, la reparación de elementos deteriorados, la sustitución de materiales en mal estado y la mejora de las instalaciones, protección y accesibilidad del edificio.

En cuanto a la estructura, se ha saneado la estructura de hormigón, la sustitución de la estructura de madera de la cúpula suroeste y la impermeabilización de las cubiertas.

Además, se ha rebajado la cota del suelo para hacer el edificio más accesible, se han eliminado paredes interiores de la sala de exposición y se le ha dotado de paneles móviles para dar una mayor versatilidad a su uso.

Como curiosidad, el proyecto original contaba con un escudo central expresamente diseñado para el edificio que, tras las últimas reformas, se encontraba oculto bajo la solera del Palacete. Ahora ha sido extraído, restaurado y ubicado en la sala conocida como “capilla”.

Palacete del Embarcadero. Destino original y las tres intervenciones iniciales

El Palacete del Embarcadero fue proyectado en el año 1920 por el arquitecto Javier González de Riancho, manteniendo en las últimas décadas un constante nivel de actividad como sala de exposiciones y conferencias del Puerto de Santander. Fue construido inicialmente como embarcadero real durante los meses de veraneo del rey Alfonso XIII. Posteriormente se dedicó a distintos usos administrativos y finalmente se rehabilitó en 1985 como sala de exposiciones y conferencias.

El proyecto preveía una cimentación profunda mediante pilotes hincados de hormigón armado, un solado interior con pavimento de mosaico tipo romano, con filigranas y escudo central diseñado expresamente para el edificio, y una cubierta octogonal de madera machihembrada, impermeabilizada y recubierta de escamas cerámicas blancas y azules. La construcción se inició en diciembre de 1929, finalizó en agosto de 1931.

El edificio se relaciona inicialmente con la presencia habitual durante el verano de la familia real y su entorno aristocrático en la ciudad y se asocia igualmente con el servicio de embarque y desembarque de los pasajeros que llegaban a la ciudad desde distintos puntos de la bahía sin requerir un especial control de equipaje. En el edificio original se integran los despachos de la comisaría del puerto, una rotonda en la esquina suroeste reservada como sala de espera de la familia real, los servicios higiénicos en la fachada norte con uso tanto desde el interior como desde el exterior del edificio y un espacio para la estación meteorológica del puerto.

En el año 1940 se reconstruye la cubierta de la cúpula central, arruinada por el fallo de su impermeabilización y se sustituye la estructura de madera de la cúpula octogonal por una losa nervada de hormigón armado.

Hacia el año 1964 el edificio tiene un primer cambio de uso y se acondiciona para oficinas y servicios administrativos de la antigua Junta del Puerto de Santander, modificándose sustancialmente el espacio, la distribución, los acabados interiores y las instalaciones del edificio original, y manteniéndose el exterior del mismo.

En 1985 el edificio adopta una nueva función proyectando su reforma los arquitectos Jerónimo Junquera y Estanislao Pérez Pita, y ejecutándose las obras ese mismo año. El edificio se rehabilita de forma integral y se acondiciona para su uso como sala de exposiciones temporales, conferencias, seminarios y eventos sociales por parte de la Autoridad Portuaria de Santander, denominándose el edificio desde ese momento “Palacete del Embarcadero”.

Se restauran fachadas y cubiertas y el espacio interior se modifica totalmente. Se elimina toda la tabiquería de reparto interior, los falsos techos y los revestimientos incorporados durante su uso como oficinas administrativas, recuperando la tipología original y el anillo estructural interior del pabellón. Al no poderse recuperar el pavimento original de mosaico, como estaba inicialmente previsto, se ejecuta finalmente un solado de mármol blanco de Macael, se insertan cuatro lucernarios perimetrales en las cubiertas planas para introducir luz cenital, y se sustituye la gran copa del vértice de la cubierta del pabellón por dos bolas de cobre sobre una aguja.

Finalmente, en los años 2005 y 2006 y proyectadas por el arquitecto Luis Castillo se ejecutan nuevas obras de reforma, realizándose la rehabilitación de cubiertas y lucernarios, actualizándose diversas instalaciones relacionadas con el acondicionamiento, la seguridad, la iluminación y las comunicaciones y reformándose el acceso principal de la fachada norte, creándose un punto de recepción e información de las actividades culturales.

La cuarta rehabilitación

La cuarta rehabilitación, cuyo proyecto ha sido redactado por el arquitecto Alejandro Álvarez Sáiz, supone una conservación del aspecto original del edificio, mejorando la calidad de los materiales para prolongar su vida útil. Se preserva la concepción interior del proyecto de 1985 del estudio de arquitectura de Junquera y Pérez Pita, con la idea de paneles móviles con la posibilidad de desplazamiento sencillo hacia la sala central para conformar planos expositivos con sistemas de enclavamiento accesibles y de fácil accionamiento manual, así como el mantenimiento de la posibilidad de múltiples usos del edificio para celebrar actos sociales, seminarios, conferencias y exposiciones temporales.

Por otro lado, se responde a las necesidades de mejora de acceso para los trabajos futuros de conservación y limpieza en las cubiertas y de la accesibilidad al edificio y señalización exterior e interior y se potencia el control remoto del edificio junto con una instalación de climatización con control de temperatura, limitación de humedad relativa y renovación del aire interior asegurando en el espacio expositivo unas condiciones ambientales adecuadas con la conservación de las obras de arte que pudiera alojar.