El diseño del Parque de Desembocadura ya tiene cinco proyectos finalistas, que se expondrán a la ciudadanía hasta el 8 de enero.
VALENCIA. El alcalde de Valencia, Joan Ribó, acompañado por la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, ha presentado las cinco propuestas finalistas del concurso de diseño internacional de proyectos para la creación del Parque de Desembocadura, de las que saldrá la propuesta elegida para dar solución a la conexión verde del cauce del Túria con los Poblats Marítims.
Tal como ha explicado el alcalde, “se trata de un proyecto de la máxima importancia para la ciudad, que nos permitirá, 35 años después del primer tramo del cauce, impulsar su finalización”. De las 17 propuestas presentadas, el jurado ya ha seleccionado las cinco que pasarán a la fase final: “Ombra”, “Riu i conviu”, “Sendes d’aigua”, “Riu-diversitat”, “(Con)fluir”, y “Verd-marí”.
Tal como ha explicado el alcalde, “junto al proyecto del Canal de Acceso que ya está en marcha, el proyecto del Parc de Desembocadura es uno de los dos principales elementos de desarrollo de la ciudad, una iniciativa que arrancó hace décadas, vinculado a las actuaciones en el Grau, en Moreres y en el Cabanyal”.
“Lo que planteamos ahora –ha argumentado el primer edil- es una visión conjunta de todo el jardín del Túria”.
El ámbito de actuación del futuro parque comprende 245.000 metros cuadrados, desde el puente de l’Assut de l’Or hasta Natzaret, y supondrá una inversión de alrededor de 35 millones de euros. El equipo seleccionado se encargará también de la redacción del proyecto y dirección facultativa de las obras de la primera fase: las 9,3 hectáreas que llegan al puerto, con un presupuesto de 16,7 millones de euros, de los que la Autoridad Portuaria aportará una parte.
Todos estos proyectos recibirán 12.100 euros cada uno y, el ganador será premiado con la adjudicación del contrato de redacción del proyecto y dirección de obra de la primera fase (tramos A-1 y A-2), por un importe total máximo de un millón de euros (IVA incluido). Se estima un plazo de ocho meses para la redacción del proyecto desde que se firme el contrato, y un plazo de ejecución de 24 meses desde la adjudicación. Además, el jurado ha destacado dos premios de 6.000 euros de accésit, que han correspondido a las propuestas tituladas “Curso” y “Turiascape”.
Tal como ha explicado Sandra Gómez, todos los proyectos presentados dan protagonismo al agua, aunque el desarrollo técnico de las distintas propuestas y su concreción y plasmación en la realidad deberán llevarla a cabo los proyectos finalistas en el plazo que se abre ahora para ello, y que durará 45 días, es decir, hasta el 3 de febrero. Una vez recibida toda la documentación, el jurado emitirá el fallo definitivo, que será alrededor del mes de marzo.
Saldar una deuda
El alcalde, Joan Ribó, ha celebrado el impulso a este proyecto que, ha afirmado, “permitirá saldar la deuda con el barrio de Nazaret, afectado por la ampliación del Puerto, así como con los barrios del Grau y La Punta”.
En este contexto, el alcalde ha agradecido a la Autoridad Portuaria de Valencia la cesión de casi 80.000 metros cuadrados y la aportación económica que realizará para el desarrollo del Parque. “Igual que decimos unas cosas, hoy hay que agradecer la gran contribución del Puerto a los barrios marítimos y a la ciudad”, ha manifestado Ribó.
Asimismo, ha añadido el alcalde, tal como preveía el proceso de participación ciudadana incluido en las bases del concurso, las propuestas seleccionadas por el jurado se expondrán públicamente, de forma presencial y digital, a través de medios físicos y digitales, a partir del lunes 24 de diciembre y hasta el próximo 8 de enero. “De esta manera, la ciudadanía, y las organizaciones que lo consideren podrán hacer llegar sus observaciones, sugerencias y propuestas de mejora a cada proyecto, con el objetivo de enriquecer las propuestas, y los equipos redactores podrán tener en cuenta estas aportaciones a la hora de redactar sus proyectos en la última fase del concurso”.
De hecho, los proyectos seleccionados se expondrán a partir del día 24 en la plaza del Ayuntamiento, en la Biblioteca de Nazaret, y junto al Edificio del Reloj, en la Marina.
El jurado ha estado integrado por el alcalde de València, Joan Ribó; la concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez; el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Aurelio Martínez; y, como novedad, ha contado con la presencia de un representante de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia. Además, han participado arquitectos e ingenieros en representación de Ayuntamiento, del Colegio de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos, del Colegio Territorial de Arquitectos, de la Conselleria de Política Territorial, Obras Publicas y Movilidad, y de la Autoridad Portuaria de València, así como una persona experta en enfoque de género.
El acta del jurado incluye una serie de recomendaciones a los concursantes que deberán tener en cuenta al desarrollar el anteproyecto de la última fase: la revisión de las propuestas para que no condicionen el desarrollo de sectores urbanizables como el Grau, otros corredores funcionales o ecológicos, u otras infraestructuras previstas; el estudio de las conexiones inferiores y pasos de itinerarios bajo los distintos puentes dentro del ámbito; que se de una respuesta adecuada a la continuidad del jardín actual en el entorno del Ágora; ofrecer soluciones de conexión con el entorno terciario planteado en los muelles del Puerto, frente a Nazaret; y representar el paso de la línea L10 de tranvía a su paso por el puente de Astilleros hacia la Marina.
Tal como han concluido el alcalde, Joan Ribó, y la vicealcaldesa y concejala de Urbanismo, Sandra Gómez, “con este gran proyecto, València tendrá, al fin, un gran espacio verde que conecte los Poblats Marítims con el jardín del Turia, uniendo toda la ciudad con su fachada marítima. Y, además, damos respuesta al compromiso y deuda que tiene esta ciudad con el barrio de Nazaret, devolviendo la dignidad al río y generando un nuevo entorno natural, para el disfrute de todos sus vecinos y vecinas”.
“Ombra, riu i conviu”
Desarrolla una infraestructura verde-azul ordenada a lo largo de todo el ámbito e incorpora recorridos ciclistas y peatonales. Es un corredor ecológico que potencia las fuertes relaciones ambientales con la huerta, además de una buena integración con la ciudad. El trazado de la lámina de agua es irregular, y se disponen pasarelas de madera a modo de pequeños embarcaderos, intercalando alguna zona de playa.
“Sendes d’aigua”
Plantea la presencia del agua, que se manifiesta a través de elementos a manera de acequias, marjales, río y playa, diferenciando el tramo entre l’Assut de l’Or y la salida en el mar, del tramo que se propone en Nazaret, donde se disuelve el río recreando la playa simbólica de Nazaret y las acequias de la ciudad. Además, plantea, en todo el recorrido del río, canales secundarios en paralelo con el principal, generando islas que se constituyen como espacios de inundación frente a las grandes avenidas”.
“Riu-diversitat”
Presenta tres paisajes para la renaturalización del Turia como hilo conductor de la propuesta, con un parque de ribera en continuidad con los tramos anteriores del cauce, un parque de huerta con incorporación de parcelaciones en respuesta a la trama ya edificada, y finalmente el Parque de la Marisma que pone en relación al ciudadano con el mar.
“(Con)fluir”
Incorpora paisajes de ribera a lo largo de todo el cauce, que se articulan a continuación con el paisaje mediterráneo, donde se sitúan praderas de esparcimiento o espacios programables. En la zona de Nazaret se genera una zona deprimida en contacto con la lámina de agua de la propia salida al mar, a modo de playa fluvial inundable. Propone además en esta zona una barrera natural de protección con la zona portuaria.
“Verd-marí”
Plantea un primer paisaje fluvial en el que se ramifican y extienden los flujos de agua en humedales con vegetación de ribera para la depuración del agua. Este paisaje se transforma en un paisaje portuario que se renaturaliza, y que culmina en un tramo final sin presencia de agua, en el cual se recrea el paisaje de la Devesa, con topografía suave como barrera frente a la zona portuaria.