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Que nos pille trabajando

Pues no les voy a decir que nos encontramos tal y como nos despedimos, pero casi. Llegados a estas alturas de la película (pedazo de guionistas, por cierto) tengo la sensación de que ya todo está escrito. Lo que decíamos en marzo, abril, mayo, junio… estaba necesariamente pasado por el tamiz de la incertidumbre y en ella seguimos y seguiremos sumidos un tiempo más.

  • Última actualización
    02 septiembre 2020 15:25

Las escuelas de gestión empresarial aconsejan, quizás durante el primer trimestre del primer año, que es necesario despejar cuanto antes cualquier tipo de incertidumbre si lo que se pretende es edificar sobre cimientos sólidos, pero claro, en todo esto hay mucho de imponderable e imprevisto. ¿Cómo reducir el riesgo si nadie hoy en día es capaz de predecir qué va a pasar en un plazo de 15 días? Efectivamente, no depende de nosotros.

Llegados a esta situación, me atrevo a dibujar una batería de acciones para que, llegado el momento, seamos capaces de acelerar.

En primer lugar, es necesario mantener el motor encendido, aunque sea al ralentí, para poder iniciar la marcha en cuanto el terreno esté preparado utilizando la máxima picassiana: que la reactivación nos pille trabajando.

Por otro lado, es importante comenzar a pensar que no todo va a ser igual que antes y que hay determinadas rutinas que han llegado para quedarse. Detectar todo aquello que va a influir en nuestro día a día e implementarlo rápidamente nos ayudará a minimizar las improvisaciones y los palos de ciego.

Asimismo, es fundamental aumentar nuestra capacidad para asimilar que es necesario convivir con el bicho o con las nuevas rutinas. Evidentemente, se están generando molestias, pero debemos pensar que hay que adaptarse con la mentalidad de que no se trata de algo provisional, sino que existe una nueva realidad con la que hay que convivir. Cuando después de 20 o 30 años tomando el mismo camino para llegar a un determinado lugar nos cambian la dirección de una calle, no nos empeñamos en seguir en contra dirección; buscamos una alternativa y seguimos camino. Una pena para los amantes de la rutina, sí, pero puede verse como una oportunidad para descubrir nuevos alicientes, aunque nos cueste un poco más encontrarlos.

Más que nunca, es necesario confiar en las personas, como profesionales sí, pero esencialmente como lo que son: personas. Recuerden que son los equipos humanos los que consiguen los mayores éxitos 

Finalmente, más que nunca, es necesario confiar en las personas, como profesionales sí, pero esencialmente como lo que son: personas. Recuerden que son los equipos humanos los que consiguen los mayores éxitos. Las organizaciones, las empresas, los colectivos son inertes e insípidos sin el ingrediente principal que lo forman. Saldremos de esta gracias a las personas, no pese a ellas.

Iniciamos “curso” logístico y más allá del deseo de que la pandemia remita cuanto antes, no hay muchas más novedades. Como siempre, debemos estar atentos a la actualidad que nos va a deparar la estiba, tanto en los planos locales como en el nacional, pero no perdamos de vista los movimientos empresariales que han de marcar el futuro más inmediato en casi todos los ámbitos logísticos.

No nos olvidemos de la delicada situación del transporte por carretera y sus derivados absolutamente marcados por la Covid-19 y la aguda crisis que atravesamos, como no tampoco podemos dar la espalda a la precarización en la que ha quedado sumida gran parte de la actividad. Suma y sigue.

Diario del Puerto sigue a toda marcha con el firme compromiso de dar respuesta a las inquietudes informativas de los profesionales del sector. Tenemos la certeza de que para seguir acertando es necesario observar, analizar y escuchar para, a continuación, tomar decisiones adecuadas. En ello estamos. Contamos con todos.