Y es que, cuando sólo quedaban 20 días para la entrada en vigor de las nuevas medidas de control de importaciones de productos fitosanitarios, vegetales y animales derivadas del Brexit, el Gobierno británico ha decidido retrasar la fecha hasta el próximo año.
En este sentido, Pérezcarro explicó que las aduanas "no están preparadas para esta contingencia y lo único que estábamos viendo es que se iba a producir un colapso importante, con un coste adicional enorme para las empresas de transporte y también para las exportadoras”.
En concreto, se retrasan del 1 de abril de 2021 al 1 de enero de 2022 las declaraciones aduaneras para todos los bienes, que serán necesarias en el punto de importación y las empresas ya no podrán optar por el régimen de declaración diferida. Además, se van a introducir requisitos de notificación previa y controles de documentación, como los certificados fitosanitarios, para plantas y productos vegetales de bajo riesgo.
A partir del 1 de marzo de 2022 se realizarán controles en los Puestos de Control Fronterizos a animales vivos, plantas y productos vegetales de bajo riesgo, según el nuevo calendario del Gobierno británico.
El secretario general de Froet espera que, en este plazo de tiempo, “se sea capaz, tanto por parte de las autoridades españolas como de las británicas, de dotar a las aduanas de aquellos medios que son necesarios, para que las revisiones sean eficaces, rápidas y, si es posible, sin la presencia del vehículo, que sería lo ideal”.
Al respecto, apuntó que “existen sistemas informáticos y telemáticos que son capaces de resolver esta serie de problemas y evitar cualquier tipo de retraso en los despachos aduaneros, lo que para nosotros sería un verdadero desastre”.